Una de abogados

Hace unos días fui a donar sangre al autobús que para al efecto enfrente de mi oficina. Dentro, un compañero al que admiro por su gran capacidad intelectual y de retentiva se molestaba con una enfermera porque decía que tanto ese gremio como el de los médicos nunca se creían lo que él les decía, asumiendo que todo el mundo miente. A mí sin embargo me parecía normal esa actitud. ¿Acaso no estamos nosotros dos hartos de que la gente nos mienta por defecto? ¿Por qué a ellos les van a dar otro tipo de trato? El problema es que yo soy idiota y pienso que hay gente que no es así, por lo que trato a todo el mundo como si fueran esas personas que componen la excepción. Así me pasa.Hace un par de años vino una mujer para obtener la tarjeta de residencia para ella y sus hijas dependiendo de su madre, nacionalizada española. Debía aportar el DNI de la madre pero dijo que se le había olvidado en casa. Nos contó que una de las niñas estaba enferma y no quisimos hacerle dar más paseos y demorarle el trámite porque la pequeña nos dio lástima, con lo que le tramitamos las tarjetas con la condición de que nos trajera el carné cuando la niña mejorase.

La siguiente noticia que tuvimos de ella fue cuando quiso recogerlas un mes después y nos dijo que su madre no vivía en España, por lo que no podía conseguir el carné. O sea, que (por el tipo de tarjeta en cuestión) la persona que vivía con ellas y las mantenía no estaba en el país. Después de invitarla a conseguirlo como pudiera encadenó una mentira tras otra, en mi oficina y en las que estuvo posteriormente, sin mucho éxito.

Ayer estuvo en la oficina una abogada que ahora la representa, preguntando por qué no le habíamos dado la tarjeta. Vaya por delante que estoy convencido de que posiblemente, en algún lugar, hay algún abogado honrado (imagino que yéndose de copas con el comercial del mismo corte). Le conté la historia, que le hicimos un favor confiando en ella y nos engañó, y ella sólo se dedicaba a preguntarme en qué ley se recogía esa solicitud de documentación que hacíamos nosotros.

Le enseñé la resolución que trajo la mujer en su momento donde venía escrito lo que debía aportar y me soltó que no era legal pedirle eso si no podía ver la ley. La remití al lugar donde emitieron esa resolución para que se lo explicaran. Entretanto, se puso arrogante, a hacer referencias a artículos de varias leyes (a pesar de decirle varias veces que yo no entendía de leyes porque no era mi trabajo), a enseñarme cómo debo trabajar (¿a quién no le gusta enseñar a trabajar a un funcionario?), y cuando le dije que por gente como ella se me quitaban las ganas de hacer favores me soltó: «pues no los hagas y no te pasará esto«.

Entonces deseé que pronto necesitase un favor de algún sitio donde estuviera (a ser posible conmigo mediante) y que le mandasen a su casa sin escucharla, eso sí, con toda la educación del mundo. Al rato me dijo (supongo que para compensar y para borrar la cara de agrio que se me había puesto) que estábamos en el mismo bando, que hacíamos lo mismo, que éramos funcionarios los dos, y yo le respondí un seco y tajante «No».

Me callé ahí porque mis padres me han dado una educación, pero me quedé con ganas de decirle que yo jamás voy a estar del mismo lado ni en el mismo bando que las personas que se ganan la vida defendiendo a mentirosos, estafadores, violadores y asesinos.


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18 comentarios en “Una de abogados

  1. Mario Conde fue el número uno de su promoción y decía que había que estudiar la ley muy despacito para saber cómo saltársela.
    Yo creo que eso es una escuela. Y que la mayoría de los abogados, quitando ese que anda de copas con el comercial honrado, se dedican a eso. Buscan el resquicio para colarse y saltarse la ley.
    Como tu no te dedicas a eso, que eres persona y quieres creer que los demás también lo son, pues te pasan esas cosas y después del patinazo te mosqueas. Pero no tienes que cambiar por eso. Está claro que los mentirosos son los otros, y son ellos los que lo hacen mal.
    El día que necesite un abogado, no me buscaré al mejor, buscaré al peor, al del otro bando, al más rastrero y con mala leche, será la única manera de ganar el pleito.
    Y por otra parte, me da miedito la maldición gitana «Pleitos tengas y los ganes»

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  2. El problema es que buscar al más rastrero es difícil, tal y como tienen el nivel… Por cierto, te visitó recientemente la persona a la que le dediqué con cariño esta entrada. Espero que te fuera mejor que a mí y que tuvieras paciencia, porque su actitud, mes y medio después, seguía siendo la misma. Prepotencia total y absoluta.

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    1. Qué rápido lees!! Bueno, era más bien por mi última frase, jejeje. Suena un poco dura así leída. Pero sí, era una prepotente muy desagradable. Muchas gracias Sra. Jumbo!!

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      1. Te sorprenderías… Era siempre la elegida para leer en clase, para cuenta cuentos, para las funciones del cole, para los discursitos.. Y hasta que nació el niño, era una devora libros, me duraban apenas tres noches jejej.

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          1. Bueno, lo desea vale, no voy a pecar de modesta, admito que se me da bien. (olvide decir que por eso me hacen leer en todas las bodas) pero escribir.. Tengo una amiga atura pendiente con ello porque una de mis manías es hacerlo muy rápido, querer contar todo ya, y poner los desenlaces o explicaciones demasiado rápido. Debería dejar un poco más de misterio, más pausa, más relleno.. Pero no me sale, soy una cagaprisas.

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            1. Escribir también. La historia de Sara es muy bonita, me gusta mucho. Y todas las historias tienen misterio. Entiendo que como no es un libro y es la primera vez que escribes una historia no tiene todo el relleno que te gustaría, pero si hicieras un libro sobre esa historia, verías como te salía fenomenal, con sus pausas, sus misterios, sus rellenos, y todo lo que quisieras. Porque al escribir un libro tienes posibilidad de modificación hasta el final. Puedes añadir, quitar, cambiar de sitio… Escribir en un blog no, lo que publicas ahí se queda (a menos que seas Gloan, jejeje). Todo es cuestión de práctica. Y vas por muy buen camino.

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              1. Ya.. Lo que pasa es que con esa historia me pasa lo mismo. Quiero soltarla ya, terminarla, ver el final. Se que podría haberla alargado más, hacerla más interesante etc, pero necesito acabarla jajaj. Cuando esté terminada, le diré a gloan que me haga un libro de ella, que ya le pagaré algún día. Jajaj

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