A criterio del protocolo

Hay una cosa que perjudica tanto a funcionarios como a ciudadanos: la falta de protocolo. Si todos los trámites tuvieran unas normas o unas reglas específicas que no pudieran dejar lugar a la ambigüedad, no habría muchos de los problemas que hay. Cuando por pereza, por ignorancia, o por desidia de quien corresponde no se dictan las normas a seguir para hacer una cosa, todo queda en última instancia a criterio del funcionario.

Generalmente se trata del que está más abajo, para que si alguien debe cargar con las implicaciones de las decisiones tomadas, nadie corra peligro salvo el último eslabón de la cadena. Esto implica que cada cuál decida lo que crea que es lo adecuado sin que tenga por qué ajustarse por completo a lo que realmente es lo adecuado, gracias a la diversidad de criterios existente entre distintas personas y a la interpretación de la norma de cada uno.

Además, no creo que sea óptimo dejar la toma de decisiones sobre determinados trámites en manos de una persona que es posible que no esté lo suficientemente preparada, que no lo tenga entre sus funciones y que además no lo lleve en el sueldo. Aunque para los de arriba eso sea lo más fácil por los problemas que se quitan de encima.

Las fotografías deben ser recientes para poder usarlas en el DNI. ¿Qué es reciente, un día, un mes, un año? El sistema obliga a cambiar la foto si la que está almacenada tiene más de dos años. Entonces, ¿no se puede coger una foto con dos años y una semana? ¿Tanta diferencia hay? ¿En qué momento se ha producido un cambio sustancial en el aspecto de la persona? ¿Cuándo el color del fondo de una fotografía deja de ser lo suficientemente blanco como para que no sirva? Como no está regulado, se decide según el criterio del funcionario que atiende. Y siempre es de lo más dispar.

Un documento necesario para realizar la renovación de la documentación tiene una caducidad de tres meses. ¿Tres meses o 90 días (parece igual pero no es lo mismo)? Si tiene 95 días, ¿hay que mandar al ciudadano a por otro (y hay algunos documentos que tardan en conseguirse varias semanas)? ¿Hay que ser tan estricto? Según la ley, sí. Y aunque a la gente no le parezca demasiado bien, no hacer lo que dice la norma implica saltársela. Y si hay algún funcionario que no quiere hacerlo está en todo su derecho, por todo lo que ello conlleva. Lo único que tendría que hacer la gente es comprenderlo. ¿O alguien se saltaría las normas de su empresa por un desconocido?


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5 comentarios en “A criterio del protocolo

  1. Estoy completamente de acuerdo. Sobre todo porque cuando algo se tuerce, no falta el tonto a las tres que viene en plan inquisitorial con eso de «… y esto quién lo ha hecho?», pero nunca encontraras a ese mismo antes de tomar la decisión que sea para poderle preguntar.

    Hilaria

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