A encuentro abierto

Dentro de dos minutos he quedado con tres grandes mujeres y mejores escritoras. La mayoría las conocerá de WordPress, donde han dado mucho que hablar. Los que no, podéis pinchad en sus nombres para conocer su arte. Sí, hablo de Henar, Margui y Valeria. En las manos llevo el nuevo libro que ha escrito Henar, en el que tanto ellas como yo hemos colaborado. Mi intención es que me lo dediquen, pero con estas chicas nunca se sabe. Lo que sí sé es que voy a ser la envidia de toda la blogosfera por poder deleitarme con la compañía de estas tres artistas al mismo tiempo. Las veo en el punto de encuentro, me acerco a ellas y las sonrío. Después de darles unos cuantos besos y abrazos y disfrutar del momento, charlamos de cosas sin importancia (para la entrada de hoy, que no para nosotros) hasta que saco el libro, que es lo que nos ha hecho vernos y de lo que hemos venido a hablar.

Óscar: Bueno, bueno… ¡Henar, tengo aquí tu tercer libro! Me lo he traído para que me lo dediquéis las tres, que lo sepáis. Mientras, dime, Henar, ¿de qué relato te sientes más orgullosa? ¿O cuál es el que más te gusta?

Henar: ¿Quién tiene el boli? Sí, Óscar, te estoy ignorando, pero te estoy poniendo una dedicatoria chulísima. Es que vaya preguntas me haces. Ni que no supieras que soy la viva imagen de la indecisión. Buf. No sé. Me gustan muchos por diferentes motivos, por lo que encierran, porque lo que me marcaron, por el momento…

Margui: Y oye, perri, hablando de momentos, ¿de qué fecha es el relato más antiguo del libro?

Henar: ¿Me vas a hacer mirarlo? A ver… —Henar busca en su móvil—. ¡Es de hace más de dos años!

Margui: Pobres relatos, ahí durmiendo tanto tiempo. Y encima les colaste por la cara una novela. Pedazo de cabreo debieron de pillarse. 100, tenían que ser 100.

Valeria: Al recopilarlos, ¿había alguno del que no te acordaras?

Henar: Ahora que lo dices… Algo así me pasó. Tenía el centenar, los había leído y releído varias veces y, de repente, en mitad de un insomnio, ¡coño, recuerdo uno que no está! No me juzguéis —busca compasión con su mirada—. Sé que vosotros también sois un despiste. Sin ir más lejos, tú, Val, te olvidaste un poco de mí cuando te pedí que me hicieras la portada. Eso sí, la espera mereció la pena.

Valeria: A ver, a ver, no me olvidé. Pero es verdad que me costó encontrar el tiempo y el valor para hacerla. ¿Te acuerdas que hubo otro primer intento, en blanco y negro

Henar: Me acuerdo, sí, y del tiempo en el que estuve mordiéndome las uñas por ver el siguiente boceto.

Margui: Me tenías la cabeza con un martillo percutor a golpes, sin descanso, por no presionar a Valeria y que tuviera la libertad necesaria.

Valeria: ¿En serio, Margui? ¿Henar te tenía vuelta loca? Ja, ja, ja, ja. Lo siento.

Henar: No lo sientas. Me recompensaste. Llegó el diseño, el bueno, el increíble, el apoteósico… Me quedo sin adjetivos. ¿De dónde te vino la idea?

Valeria: Ja, ja, ja, ja, ja, ja. Exageras… Pues no sé, no quería hacer lo mismo de siempre ni que quedara sosa.

Óscar: ¿Con «lo mismo» te refieres a un dibujo erótico?

Valeria: Con lo mismo me refería a dibujos en blanco y negro.

Óscar: Y yo que no veía mal lo del dibujo erótico…

Valeria: Bueno, quería que la personalidad de Henar se reflejara de algún modo. Ella es apasionada y fuerte, no le da miedo hacer lo que le gusta y pone toda la carne en el asador, así que, supongo que quise expresar que lo da todo, que se deja el alma, el corazón.

Margui: Ella tenía confianza ciega en ti.

Valeria: Lo sé. Igual que en ustedes con el prólogo y la contraportada.

Margui: Sí, aunque los verdaderos protagonistas son los que van a leer el libro. ¿Sabes, Valeria? Henar sabía que lo conseguirías, solo quería que te lo creyeras tú.

Valeria: Sí…  —Se siente un poco culpable —. Tengo ese problema, y me estreso tanto que soy incapaz de ponerme a ello por miedo a que no salga bien. Bueno, por lo menos estoy contenta porque sé que le gustó de verdad. No solo porque es sincera y me lo habría dicho de no ser así, sino porque tuve la oportunidad de decirle por teléfono: «¡Mira el correo!»

Henar: Recuerdo aquel día… —suspira mientras piensa— Tenía 15 mensajes, dos llamadas perdidas, y todos de Valeria. Es la única ocasión en la que me he arrepentido de tener el móvil lejos. Podía haberme quedado anonadada y encantada mucho antes.

La risas con algo de vergüenza de Valeria tapan las nuestras.

Henar: Eh, por su voz y por la pasada de portada.

Margui: Qué voz isleña…

Óscar: Pues te diré algo, Valeria, deja el miedo de lado si vas a hacer portadas como la de este libro, está genial. Por cierto, Margui, después de leer el prólogo me surgió una duda… ¿Pensabas en alguien en concreto cuando lo hiciste?

Margui: En los lectores que han paseado por los relatos desde que se crearon.

Óscar: Vale, me alegra saber que no es nada contra nadie concreto —respiro aliviado —.

Margui: No habrá muertos. Ja, ja, ja, ja, ja. —Eso me hace sentirme más aliviado aún —. Cuento sensaciones relatadas con el cuerpo. Henar es pura, sin filtro.

Valeria: Total.

Margui: De ahí que ofreciese ir desarmándome a cambio de poder llegar hasta el final. Darlo todo. Eso es en definitiva: entregarse.

Óscar: Guau. Me vais a dejar mal. Yo no sé decir tantas cosas buenas de Henar y no pensé tanto cuando hice la contraportada. De hecho, mi idea era «que le guste y te incluya, a ver si consigues triunfar aunque sea por la puerta de atrás de alguien que, en breve, será famosa».

Margui: No seas llorón, que eres quien más la quiere.

Valeria: Bueno, Óscar quiere a todo el mundo.

Margui: A mí no.

Valeria: Seguro que sí, porque es darle la hora y te suelta un piropo. Lo digo con cariño, no pares, ¿eh?

Óscar: Ja, ja, ja. A ver…  Hago el amor y no la guerra.

Valeria: ¡Sí! Ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja.

Henar: Y a parte de hacer el amor, en lo que recuperabas el aliento, tuviste tiempo de escribirme la contraportada. ¿Te llegué a dar las gracias?

Óscar: Haberme hecho un hueco en tu libro ya es suficiente agradecimiento. De todas formas, me haces otro cuando seas famosa y me daré por recompensado. Pero sí, lo hiciste.

Henar: Esto hace que se pase el estado de emoción contenida en el que me habíais sumido por hablar tan bien de mí. Gracias, Óscar.

Margui: Ey, Henar, ¿te has guardado algún as en la manga? ¿Alguna sorpresa?

Henar: Si lo digo, ¿no dejaría de ser una sorpresa?

Valeria: ¡Salimos todos desnudos! ¡Compren el libro!

Reímos los cuatro, aunque el hecho de que yo aparezca desnudo en el libro no creo que incite a nadie a comprarlo. Reviso mi ejemplar, por si acaso, y compruebo que debe de tratarse de una edición antigua. Seguimos hablando y riendo hasta que el sol se pone y no despedimos. Yo, yo, yo… puedo decir que he pasado una tarde estupenda en compañía de unas blogueras a las que tengo mucha admiración y cariño. Espero hacer otra reunión pronto con algún otro libro para tener firmado.

I quedada WordPressera

Hace tiempo, en uno de mis premios, propuse (sin demasiado éxito porque se apuntaron dos personas a menos de 500 kilómetros y una a más) la I quedada WordPressera para ponernos cara los que se alguna forma hemos hecho una pequeña comunidad. El jueves pasado fue la gala de los premios 20 blogs. A propósito de la misma, aprovechamos para hacer una ‘mini kdd bloguera‘ justo al lado de la sede. Y digo mini porque, para mi gusto, fue muy pequeña en tiempo. Duró algo más de hora y media que se me hizo como diez minutos, y todo porque Arsenio me dijo que no podía retrasar el comienzo de la ceremonia (aguafiestas). Así que abandonamos a Martes y a Henar a su (muy buena) suerte.

Estuvimos en el bar la fábrica, en un par de mesas porque éramos ocho personas, y pasé una hora y media genial. Fue maravilloso poder ponerle cara a Henar, a Martes de cuento, a Evavill, a Sensi y a Margui. Me sentí como un rey, o como dijo Martes, como un príncipe, que para eso iba de azul. Me trataron fenomenal, y yo en la gloria. Compartiendo risas, cariño, abrazos, y complicidad, sin importar que, por ejemplo, con Evavill solo hubiera tenido contacto un par de días. El ambiente fue extraordinario.

Es fantástico tener la posibilidad de ponerle cara a la gente con la que interactúas y hablas a diario. Se genera un aura especial entre ellos y uno mismo que hace que pase a interesar más la vida de la persona que está al otro lado que la de la bloguera/o. Y eso a pesar de no ser la primera vez que ponía cara a personas que me comentan las entradas con frecuencia. Ya lo había hecho anteriormente con la propia Margui, con las fabulosas chicas de Monday’s crochet, con Marina y con Erika. Y las cuatro fueron experiencias tan gratificantes que no me importa volver a repetir cuantas veces sea menester.

Y ahora la pregunta que todos os estáis haciendo… ¿Qué impresión me llevé de ellas? ¿Son iguales que en sus blogs? ¿Eran como me las imaginaba? He de decir que jugaba con ventaja con Henar, Margui y Sensi. Ya tenían cara en mi mente. De Martes y Evavill tenía una imagen en la cabeza que resultó no coincidir, pero lo que vi era mucho mejor. Supongo que lo de no coincidir es algo que nos pasa con todos a los que no ponemos cara. No suelen ser como nos imaginamos. ¿Y las dos primeras preguntas?

MartesMartes fue la primera persona a la que me dirigí. Ella no es como en los comentarios que dedica, es aún mejor. Si el cariño y la humildad tuvieran cara, sería la suya sin duda. Una persona encantadora, con un acompañante tan espléndido como ella. Sin duda dos personas que recomiendo en la vida de uno, a grandes dosis a ser posible. Para decepción de algunos, no nos deleitó con uno de esos infinitos cuentos que conoce, pero me llamó príncipe azul y desde entonces no he dejado de sonreír.

SensiSensi era la persona que había distinguido desde fuera del bar. Sus vídeos y fotos me ayudaron bastante. Y he de decir que no le hacen justicia. En (casi) ninguno se puede apreciar la mirada que tiene, y merece la pena disfrutarla en persona. El sentido del humor que tiene sobrepasa el de sus monólogos con holgura, por lo que resulta complicado no verla reír y hacerlo junto a ella. Para decepción de algunos, no cantó, a pesar de mandarle varias veces la indirecta de lo buena que es su versión de Amaral.

EvavillEvavill llegó después. Apenas la conocía de hacía un par de días, sin embargo hay algo que no me extrañó cuando entablé una pequeña conversación con ella: la enorme capacidad para hablar y, por ende, escribir (y muy bien) que posee. Por lo que pude tratar con ella, no es raro que tenga esa capacidad de invención, esa creatividad para conseguir una buena historia cada día. Para decepción de algunos, no nos adelantó exclusiva alguna de Doña Marga y la Esme, así que nos toca seguir leyéndola para eso.

MarguiMargui, que es la única que conocía de antes, es muy similar a como uno la descubre en su blog y sus comentarios. Quizá en él se expresa más libremente, sin tapujos, diciendo todo lo que siente y todo lo que quiere sin problemas. En persona es algo más comedida, pero tiene su punto picante, es muy alegre, más cariñosa (reparte abrazos sin medida) y tiene conversación para horas. Yo he pasado varias tardes hablando con ella y se me han hecho las horas segundos. Una maravilla de persona. Para decepción de algunos, no habló con rimas, pero para mí fue algo positivo porque mi intelecto se pudo acercar al suyo.

HenarHenar fue la última en acercarse. Sé que muchos de los que me leen tienen intriga por saber cómo es realmente esta mujer. Sólo puedo decir que es un fiel reflejo del blog. De hecho diría que en persona es aún mejor, porque uno se puede dar cuenta de que siente lo que dice. Tiene un humor ácido, sonrisa de malvada, y una cara que inspira confianza a pesar de moverse en la oscuridad. Esa cara de niña buena que tiene en su perfil de WordPress se multiplica en persona. Pero es una tapadera. Para decepción de algunos, no mató a nadie, ni siquiera a los dos finalistas que estaban con ella en su categoría. Supongo que, como nosotros, tenía muy claro que iba a ganar.

Fueron casi dos horas geniales que disfruté más de lo que pensaba. Sin duda, compartirlas con estas cinco mujeres fue mejor que haber sido finalista. Hay cosas que lo material no puede igualar. Espero poder participar pronto en una II quedada WordPressera. Aún hay mucha buena gente que quiero conocer. ¿Alguien se apunta?