Juegos del colegio

Médicos

PeluqueraEl lenguaje de un niño de cinco años aún no es perfecto. Sabe comunicarse con total normalidad, pero aún hay palabras que se le resisten. Tampoco me extraña, porque si hay adultos a los que no se les entienden muchas cosas, ¿qué no puede ocurrir con un pequeño? Ayer pude dar buena cuenta de ello. Íbamos caminando hacia el centro donde iba a recibir una de sus actividades extraescolares, y al pasar por una peluquería me dijo asombrado:

— Mira papá, una peluquería.
— ¿Has visto que chula?
— Como lo que vamos a jugar en mi cole, a la peluquería.
— ¿Ah, sí? ¡Qué bien! A cortaros el pelo.
— Sí, y a los médicos.
— A los médicos, ¡qué guay!
— Y a los velatorios.

MédicosA los velatorios… Me quedé muerto. ¿Cómo pueden jugar en el colegio a eso? Durante unos segundos guardé silencio pensando en que me lo decía la mar de contento, justo una semana después de haber mantenido una conversación sobre la muerte en la que terminamos llorando los dos:

— ¡¿A los velatorios?! ¿Y qué hacen ahí?
— Son los que tienen muchos botes así —me dice mientras hace una forma curva con la mano.

Mientras hablaba con él iba pensando qué quería decir porque no lo entendía… De repente la inspiración me vino:

— ¡¿Laboratorios?! ¡Velatorios no, laboratorios! ¿A eso jugáis?
— Sí a eso. ¿Qué hacen ahí?
— ¿En los laboratorios? Pues investigan, hay investigadores y descubren cosas. Curas para enfermedades, cosas nuevas que antes no existían…

Me alivié sabiendo que no jugaban a enterrar a nadie, sino a ser científicos. Que habría sido más sencillo que me hubiera dicho eso, científicos. Aunque viendo cómo es esta palabra, a saber qué le habría salido al pobre…

¿A ti qué palabra se te resiste? ¿Hay alguna que particularmente te disguste por compleja y busques sinónimos? ¿Te han pegado los niños alguna vez un susto con sus alteraciones de las palabras?