Soy feliz dando cariño

Soy de los que piensan que el fin último de las personas es ser felices el tiempo que vivan. Y para conseguir esta felicidad cada uno utiliza los recursos que tiene a su disposición, o aquellos que considera convenientes. Para cada individuo, además, la felicidad se logra de forma distinta. Para algunos basta con vivir en la abundancia de dinero (aunque luego se transforme en una peligrosa espiral). Para otros es suficiente despertarse cada día tan sanos, al menos, como el anterior. Yo reconozco que soy un tipo raro, así que es fácil que tras todas las clasificaciones posibles, me encuentre yo en la más extraña. Soy del tipo de personas que es feliz dando cariño. No sólo porque me produce bienestar y relajación comprobar que la persona que lo recibe está bien, sonríe y es un poquito más feliz, sino porque cuando alguien recibe cariño, automáticamente devuelve cariño. Independientemente de como se encuentre. Y recibir cariño es algo que particularmente me gusta, me hace sentir mejor, y me hace estar contento.

BesoAdoro a mi familia. Quiero con locura a mi mujer, a mis hijos, a mis padres, a mi hermano, a mis suegros, a mis cuñadas, a mi(s) sobrino(s)… Principalmente a los que viven conmigo les regalo caricias, abrazos y besos de forma continuada. Sonrío, les sonrío, y disfruto con ellos. Y de ellos. Cuando paso detrás de mi mujer le doy un beso en la mejilla, en el cuello o en la nuca. O le doy un abrazo. Cuando estoy junto a mis hijos no dejo de hacerles cosquillas y de darles besos y abrazos continuamente. Ellos, los tres, me sonríen. La pequeña con más alegría, supongo que porque es eso, la más pequeña. Y me devuelven abrazos y besos, cada uno en la medida que siente. Y yo me siento querido con esa sonrisa que me regalan. Y con cada abrazo y cada beso que me devuelven. Y eso me hace ser feliz.

Sé que para muchos suena empalagoso, sé que es ñoño o que no se espera de un adulto en la sociedad en la que vivimos. Pero sentirme querido y saber que los que quiero se sienten queridos por mí es lo que a me hace ser feliz cada día y lo que me hace falta para estar tranquilo conmigo mismo. Sé que quienes mejor me entienden son los que sienten como yo, (y de los que me siguen muchos los hay así) y que muchos no entienden cómo puedo ser así con todo el mundo, y más en los tiempo que corren. Creo que hacerlo en casa me permite extrapolarlo, y que estar tras un monitor me facilita dar cariño a los demás porque generalmente la gente lo acepta de mejor gana que en persona, aunque venga de un desconocido (en esta entada en la que hablaba de abrazar a desconocidos, más de uno me dijo que no lo haría, pero prácticamente todos aceptamos el cariño a través de unos comentarios, nos resulta más fácil).

Sólo quiero invitar a los que no lo han probado que lo hagan, dar cariño reconforta y te hace sentir mejor. Sobre todo cuando ese cariño le viene de vuelta. Y que lo prueben ampliando cada vez más el radio de acción, así la mejoría del ánimo será patente sobre todo en los malos momentos. Y que los que no estén muy de acuerdo con ello, que al menos no me miren raro. Hay que ser felices. Y para los que no lo han hecho aún (gracias al resto), os recuerdo que participo en los premios 20 Blogs y que pinchando en estas letras tenéis un completo y sencillo tutorial en el que en menos de 3 minutos me habréis votado. Muchas gracias, y feliz y cariñoso día.