Querer todo lo imposible

Ayer me topé con una mujer que juntó tantas cosas en una que, si no las hubiera ido dividiendo en distintas entradas, con un par de personas más como ella el blog me daría para bastante poco. Cuando el compañero que la atendía se levantó para devolverle el cambio del pago de la tasa, me preguntó:

– Hola. Perdone, quiero hacerle el pasaporte a los niños. El español. ¿Es necesario que estén aquí?
– Buenas tardes. Pues no estaría de más. Tenemos que ver a quiénes les estamos haciendo el documento, que dicho sea de paso usted como madre puede hacerles…
– Pero, ¿y si no los puedo traer?
– Pues se quedan sin pasaporte.
– Es que están en Santo Domingo.
– En ese caso, tendrá que ir a por ellos y hacerles el pasaporte allí o sacarlos antes de que caduquen.
– Es que con la tarjeta de residencia que tiene el pequeño debe volver antes de junio porque se la quitan.
– ¿Tiene tarjeta? Bueno, pero si ya es español no pasa nada. Cuando se vuelva se le hace el DNI y el pasaporte y ya está.
– Pero tengo que pedir la resolución de la nacionalidad. ¿También me la dan en 15 días?
– ¿Que tiene que hacer qué? A ver, ¿usted ha presentado la documentación para la nacionalidad del niño?
– Tengo que llevar la resolución que demora 15 días.
– No entiendo lo que me está contando de la resolución. ¿Me podría responder, por favor? ¿Ha solicitado la nacionalidad del niño?
– No.
– Pues desde que la solicita hasta que se la conceden tarda unos años, así que mejor que se lo traiga antes del verano para que no le cancelen la tarjeta.
– Pero yo se la pido y me la dan en 15 días, como a mí.
– ¿A usted le han dado la nacionalidad en dos semanas?
– Sí, la resolución me tardó 15 días.
– Y dale con la resolución… La nacionalidad… A ver, desde que la solicitó hasta que le dieron la partida de nacimiento, ¿cuánto tiempo pasó?
– 15 días, se lo he dicho ya un montón de veces.
– Señora, no es que desconfíe, pero si usted ha obtenido la nacionalidad en menos de un mes, es porque se ha saltado muchos pasos. Al resto de extranjeros le cuesta varios años. ¿Es consciente?
– Bueno, pero es lo que ha tardado.
– Mire, estamos hablando los dos en español y no nos entendemos. Si usted me lo dice, será así. Pero que sepa que no me lo creo.

Tras quince minutos de conversación que no llevó a ninguna parte porque la mujer no salió de «la resolución«, cuando comprobé que había transcurrido más de un año desde que solicitó la nacionalidad y se la dieran y con fechas conseguí que lo entendiera, le intenté explicar que para su hijo sería igual. No sé si lo conseguí. De todas formas, lo de la muchacha tenía miga. Hablaba español como yo pero no entendía nada de lo que estaba diciendo. Quería hacerle el pasaporte español a su hijo extranjero. Quería hacer varios pasaportes para unos niños que están ¡atravesando el Océano Atlántico! (que no es un par de manzanas, vaya). Quería obtener la nacionalidad para los niños en unos días. Y encima la cuestión de tener los niños en la oficina para hacerles el pasaporte acababa de respondérsela mi compañero. Como el le contestó algo que no le gustaba, ¿probó conmigo a ver si yo le decía algo mejor?

Lo pensé tranquilamente cuando se marchó. Esa señora se despertó ayer pensando que el resto del mundo estaba exclusivamente para dedicarle a ella toda la atención.


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4 comentarios en “Querer todo lo imposible

  1. Hay un dicho muy antiguo que dice «ese no sabe si ata o siega» (ya te lo explicaré), pero es lo que me sugiere esta mujer.
    Y lo último que dices creo que es acertadísimo. Todo el mundo gira en torno al ombligo de esa mujer. El anuncio de Loreal ha hecho mucho daño, ya sabes «porque yo lo valgo».
    Seguro que respiraste cuando se marchó. Pero no te hagas ilusiones, volverá. Eso seguro.

    Hilaria

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