Lo que diga mamá

Hay una frase que se vuelve imprescindible cuando tienes hijos. Sé que quita responsabilidades, pero supongo que en el fondo se trata de eso, de evitar decidir. Además se transmite de padres a hijos, como si todos la aprendiéramos de habérsela oído a nuestros progenitores y supiéramos que llega un momento en la vida en el que hay que emplearla. Y ese momento se sitúa frente a ti cuando tu hijo o tu hija empieza a pedirte cosas que sobrepasan el “mamá, agua” y el “papá, caca”, generando frases más elaboradas del tipo “Papá, ¿podemos ver una película esta noche?” o “Mamá, ¿vamos a ir esta tarde al parque?”. Sobre todo si cuando quieren ver la película es un martes cualquiera y el día que deciden preguntarte lo del parque es el día que más cosas tienes pendientes de hacer en casa y fuera de ella.

Así que surge por parte de los padres la respuesta-pregunta: “¿Y mamá/papá qué te ha dicho, se lo has preguntado?”. Responder con otra pregunta está feo entre adultos, lo que no entiendo es por qué no ocurre lo mismo cuando se trata de conversaciones con los pequeños. Como no suelen haberle preguntado al otro, los pobres salen corriendo a toda velocidad a hacerlo. Y vuelven al momento: “Que mamá/papá me ha dicho que vale”. Y en ese caso, nos parezca mejor o peor, como no hemos querido decidir y no hemos tenido oportunidad de ponernos de acuerdo entre nosotros, asumimos la respuesta.

Cuando se le manda al otro, lo habitual es hacerlo porque querríamos haberle dicho nosotros mismos que no, pero no lo hacemos por pena a la reacción (llanto, enfado o decepción) del pequeño. Y optamos por pasar la pelota, a ver si el otro le echa más valor para darle la negativa. Esto suele ser contraproducente, porque en estas situaciones se produce en la respuesta el llamado modo compasión y se acaba aceptando la propuesta. Y en el fondo tiene sentido. ¿Por qué debo decidir yo si te lo ha preguntado a ti primero? ¿Quieres que el pequeño se enfade conmigo y ser tú el bueno? Pues ale, a cubrirse de gloria.

Como niños, lo más frustrante que te puede ocurrir es que la respuesta de tu madre sea “Lo que diga papá” y que de tu padre recibas la contestación “Lo que diga mamá”. Entras en un bucle en el que no sabes bien qué puedes hacer salvo dar vueltas de uno a otro esperando que alguno decida algo. Y como niño que eres, no te das cuenta de que se trata de una negativa encubierta, porque para decirte que sí no darían tantos rodeos ninguno de los dos. Y al final acabas igual de enfadado que con un «No» por respuesta ante la falta de consenso y de decisión entre ellos y el tiempo perdido. Porque además en muchas preguntas el paso del tiempo corre en contra. En ese punto, la situación sólo se resuelve en una reunión familiar y tras llevar a cabo varias negociaciones, bien para aceptar, bien para declinar la proposición del niño.

Sinceramente, creo que como padres deberíamos echarle más valor y dejar de pasarnos la patata caliente. Seguro que nos lo agradecían. Además, razonando las cosas y ofreciendo alternativas es posible que se frustraran menos. El problema es que llevamos una vida tan «ajetreada» que no solemos tener tiempo para eso y optamos por la vía rápida.


Si te gusta lo que escribo y quieres comprar mi libro, puedes hacerte con una copia en PDF por solo 1 euro pinchando en estas letras, o con una en papel por 8 euros pinchando en estas otras letras.

6 comentarios en “Lo que diga mamá

  1. Lo más frecuente es que el papá utilice ese recurso, consiguiendo al mismo tiempo la decepción del niño y el mosqueo de la madre. Vamos un dos por uno.
    Y no funciona, Casi nunca. Dices bien, es mejor afrontarlo y lo que toque. Los niños son pequeños pero no tontos.
    De todos modos, insisto, no traen libro de instrucciones, y cada uno hace lo que puede.
    Seguro que serás un padrazo y cuando sean grandes tendrán recuerdos infantiles divertidos de su padre.

    Le gusta a 1 persona

    1. Gracias! Intento dar soluciones la mayoría de las veces, y cuando quiero decir que no, dar alternativas para que se note menos. Lo que no creo es que sea más un recurso del padre, je je. Yo recuerdo haciéndolo a los dos por igual… Y sí sin listos los niños, sí. Más de lo que nos pensamos.

      Me gusta

    2. Gracias! Intento dar soluciones la mayoría de las veces, y cuando quiero decir que no, dar alternativas para que se note menos. Lo que no creo es que sea más un recurso del padre, je je. Yo recuerdo haciéndolo a los dos por igual… Y sí sin listos los niños, sí. Más de lo que nos pensamos. Un beso enorme. Y gracias por responder, siempre.

      Me gusta

¡Cuéntame lo que quieras!