Viaje del viernes #22

Viaje del viernes

Llevo unos días desconectado, básicamente por falta de tiempo. No me da para todo lo que quiero y tengo que hacer y tengo que sacrificar algo. Y el rato que le dedico a la familia es invariable, así que lo tengo que eliminar del resto de cosas. He probado a dejar la casa manga por hombro, sin lavar, limpiar ni recoger, pero tampoco es la solución. He probado también no dormir, pero al tercer día voy arrastrado. Así que, lamentándolo mucho, he elegido el blog por mayoría simple en la primera ronda de votaciones. Pero ha sido suficiente. Sin embargo, espero poder seguir publicando con cierta asiduidad, aunque no sé si lo lograré. Sé que he estado un poco desaparecido. ¿Un poco? ¿O mucho? ¿Cuánto es un poco desaparecido? ¿Dos semanas es mucho? Tenemos una fea costumbre de intentar cuantificarlo todo. Y a veces, no es posible. Porque una televisión no está un poco encendida: o está encendida, o apagada.

Quizá sea corto de entendederas, o tal vez mi capacidad de abstracción sea una basura, pero algo que muchos ciudadanos me dicen con cierto asombro yo todavía no soy capaz de comprenderlo: «¿No me coges el DNI porque está deteriorado? ¡Pero si sólo está un poco roto!«. Un poco roto. Es exactamente esta parte la que no entiendo. ¿Cómo puede estar un DNI un poco roto? Yo siempre he pensado que, o está roto, o no lo está. No es algo que se pueda cuantificar.

El problema que tenemos las personas en general es que tratamos de medirlo todo y eso no siempre puede hacerse. ¿Cuántos son pocos besos para una madre? ¿Y muchos besos para el hijo que se los da? ¿Cuándo tenemos poca comida en el plato, rebosando de coliflor o de pizza? ¿Puede una mujer estar un poco embarazada? En definitiva, que hay cosas que no aceptan ser medidas. Así, cuando una persona viene a hacer un trámite con un DNI sin el chip, o con una esquina de la tarjeta rota y les digo que ese carné no vale, en ocasiones la reacción es violenta:

– ¿No me lo admites? ¿Por qué?
– Lo siento caballero, pero este DNI está deteriorado.
– ¡Qué dices! ¡Pero si sólo está un poco roto por la esquina!
– Está deteriorado, y en esas condiciones no se puede emplear. Necesita obtener uno nuevo primero.
– ¡Pero si en el banco me lo cogen!
– Eso es problema del banco. El DNI no es válido. Se lo digo yo, que soy quien los hace y me conozco la legislación vigente. Yo no puedo opinar de préstamos porque no entiendo, pero de carnés algo sí que sé.
– ¡O sea que no me lo quieres hacer! Aunque pueda pagar en todos los sitios…
– No es que no quiera, es que ni debo ni puedo. Usted no se cree mejor que nadie, ¿verdad?
– Claro que no, ¿a cuento de qué viene eso?
– Veo que el trozo que le falta a usted es lo suficientemente grande como para que, estando en medio del carné, no me permita ver las dos últimas cifras de su año de nacimiento. Si al siguiente que venga le ocurre eso y no distingo ese dato, ¿a él sí se lo tengo que cambiar?
– Hombre, es que ese caso es distinto, no tiene nada que ver con el mío…
– ¿No? El agujero es el mismo, el carné estaría «un poco roto» igual que el suyo, y lo mismo hasta opera en el banco también… Si se entera de que cojo como válidos carnés con trozos rotos tan grandes como el suyo, podría ponerme una queja por discriminación. Al fin y al cabo usted me está midiendo el tamaño de la rotura, no el lugar donde se ha producido

En ocasiones la gente razona y con esto lo comprende, le guste más o le guste menos. Pero alguna vez me en encuentro con los que por no dar la razón defienden lo indefendible. Y aunque ven que no están en lo cierto no lo reconocen públicamente. Afortunadamente, son los menos.

El DNI roto, ¿es válido?

DNI roto por datos
Un poco roto, NO vale

Vengo observando en las búsquedas que atraen a la gente a mi blog que se repite una en concreto en distintas formas. La pregunta en cuestión versa sobre qué hacer en caso de que el DNI se rompa. Muchos se preguntan si es válido, otros qué pueden hacer, y otros cuánto cuesta. Dado que en el blog empencé hablando de documentación, esta entrada será un inciso para resolver todas esas dudas que la gente tiene acerca de un DNI deteriorado.

DNI roto en esquina
Roto por la esquina, NO vale

Un carné roto no es válido. Da igual que esté mucho, poco, en dos pedazos o en quince. Un DNI que presente signos de deterioro debe ser sustitudo por uno nuevo tan pronto como sea posible. En muchos sitios le pondrán pegas para ser utilizado y en algunos incluso no se lo admitirán. Para obtener un duplicado del carné se debe proceder a solicitar cita como si de una renovación por caducidad normal se tratase. Al llegar a la oficina se le expedirá un duplicado al ciudadano correspondiente con la misma fecha de caducidad que tenía el anterior. El importe de la tasa será el mismo que el de una renovación cualquiera, y se puede consultar actualizada en la página del DNI electrónico.

Para terminar, quisiera aclarar falsos rumores que circulan entre los no entendidos en la materia:

  • Un DNI roto sólo por una esquina es válido. FALSO. Ni por una esquina con «sólo dibujo» ni por una con datos. Está igual de roto.
  • Un DNI un poco roto no hace falta renovarlo. FALSO. Hay que obtener un duplicado, pero andándose con ojo. Cuando quedan 90 días sale la fecha correspondiente de caducidad (5 ó 10 años). Si faltan 4 meses para caducar…
  • Si me cogen en un sitio el DNI roto, me lo tienen que coger en más sitios. FALSO. Si te lo cogen en un sitio, puedes hacer palmas con las orejas, pero eso no sienta cátedra.
  • Me dijeron que el DNI un poco roto se podía utilizar. No se puede utilizar, da igual quién lo dijera. Mintió, se produjo un malentendido, se equivocó, donde dije «digo» digo «Diego»… Cualquiera sabe.
  • Un DNI del modelo antiguo (anterior al electrónico) al que le falta una capa de plástico sigue siendo válido porque se ve todo bien. FALSO. Si le falta una capa está incompleto, y un carné incompleto está deteriorado y no vale. ¿Presentarías a un concurso de cocina una lasaña sin la capa de arriba? Pues eso.
  • Un DNI roto al que no se le ha roto aún el chip es válido. FALSO. Que se pueda utilizar el DNI para hacer trámites por Internet no implica que no esté deteriorado.
  • Un DNI al que sólo se le ha caído el chip vale como cualquier otro. FALSO. Si se ha caído el chip, se considera igualmente deteriorado. También se considera deteriorado un DNI con el chip mal pegado (con un giro de 90º, vaya). En este punto debo indicar dos cosas:
      1. Que si el desprendimiento y el duplicado correspondiente se producen dentro del primer año, el trámite es gratuito.
      2. Que en esta página, en teoría hecha en colaboración con la policía nacional (supongo que la parte del cuerpo que no expide carnés), se indica que un DNI sin el chip no pierde la validez. A día de hoy, desde la central se indica que un DNI sin el chip está deteriorado, y un DNI deteriorado no es válido. Incluso si se realiza la consulta al servicio de atención al ciudadano del dni electrónico, se indica que es así. Mandé un correo al contacto de dicha página para consultarles, pero nunca obtuve respuesta.

     

     

Espero que os haya resuelto las posibles dudas que pudierais tener con el DNI y sus roturas, y que la gente que llegue hasta aquí pueda solventar la pregunta que le formula a Google. Si tenéis cualquier otra duda, preguntad ahora o buscadlo en Google y llegad a mi blog para que me dé cuenta.

Te voy a denunciar

Tenía que pasar. No sé si por mi enfermedad o por mi profesionalidad, pero no podía estar caminando siempre por el alambre. Lo más lógico en esa situación sin ser equilibrista de nacimiento (y posiblemente aun siéndolo), era que tarde o temprano me cayera.

Ayer vino una señora a renovar su tarjeta de residencia. Dependía de su marido, español, y debía aportar su DNI. Cuando lo sacó, me entregó uno deteriorado y le comenté que su marido debía renovar el carné para poder tramitar ella su tarjeta. No le gustó en exceso la negativa (por alguna razón que desconozco hay gente que odia que le digan a algo que no y encoleriza) y eso que le ofrecí diversas soluciones para volver a ser atendida sin apenas esperar para tramitar los dos documentos. Así que salió corriendo a contárselo al individuo que tenía por esposo para que entrase a poner orden. Y lo que hizo fue empeorar las cosas. Este señor, ataviado con un traje y una tablet, sin tan siquiera dar los buenos días, empezó a gritarme:

– ¿Has sido tú quien ha atendido a mi mujer?
– (Perdona, ¿te conozco? ¿Hemos tomado cañas juntos alguna vez? ¿Y por qué me tuteas entonces? Ah, ya, que la educación es una de esas cosas que te quedaron pendientes de asimilar…) Sí, soy yo.
– ¿Se puede saber por qué no le has cogido mi DNI a mi mujer?
– Porque está deteriorado y lo tiene usted que renovar.
– ¡Pero qué dices! Está sólo un poco roto por una esquina. Este carné es totalmente válido. Además, en el banco me lo cogen.
– Es su opinión, como persona que no hace carnés. Le sacaré de su error aprovechando que yo sí los hago. Ese DNI no vale.
– ¡Pues te voy a denunciar por no querer cogerme el carné estando un poquito roto por una esquina!
– Adelante, denúncieme, ahí enfrente está la oficina. No le servirá de mucho pero está en su derecho.

¿Pensaba que me va a asustar con eso y que le iba a decir «Anda, no lo hagas, que te lo cojo«? ¿Creía que iba a amedrentarme con una supuesta denuncia de la que cualquier persona con dos dedos de frente se reiría si la leyera? Hasta tres veces me dijo que me iba a denunciar por no cogerle un DNI roto con el cual podía operar a través de internet porque tenía bien el chip y que, por lo tanto (y según su criterio), era válido. De nada sirvieron mis explicaciones. Y es que, como dice una sabia compañera que tengo, «Donde no hay mata, no hay patata«.

¿Acaso tengo yo culpa de que en el banco no trabajen bien o de que el director de la sucursal sea su primo? ¿Qué tiene que ver una máquina que se encarga de leer el chip de un carné con una persona que se dedica a comprobar que todo está correcto? Si se le introduce al lector de tarjetas medio DNI porque esté partido en dos pedazos, seguro que puede operar sin problema si el chip no ha sufrido daños. Pero no podría comprar con él ni en un bazar. Y ya querría verle yo intentando convencer al chino de que se lo coja porque puede usarlo por internet. Las máquinas sirven para hacer lo que se les pide. Sé que algunas personas incluso ni eso, pero afortunadamente (aunque suene prepotente) yo suelo ir un paso más allá. Doy algo más de mí. Al final, tras hablar con cuatro jefes que le dijeron lo mismo que yo, no me denunció porque entre todos le hicieron comprender que iba a hacer el ridículo.

Sé que soy una persona exquisita, pero llevo fatal la mala educación y los modales prehistóricos. Soy tan ser humano como los demás, y el hecho de que yo no lleve traje y sea funcionario no me convierte en menos persona. Lo peor de todo es que algunos están convencidos de lo contrario.


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Un poco roto

Quizá sea corto de entendederas, o tal vez mi capacidad de abstracción sea una basura, pero algo que muchos ciudadanos me dicen con cierto asombro yo todavía no soy capaz de comprenderlo: «¿No me coges el DNI porque está deteriorado? ¡Pero si sólo está un poco roto!«. Un poco roto. Es exactamente esta parte la que no entiendo. ¿Cómo puede estar un DNI un poco roto? Yo siempre he pensado que, o está roto, o no lo está. No es algo que se pueda cuantificar.

El problema que tenemos las personas en general es que tratamos de medirlo todo y eso no siempre puede hacerse. ¿Cuántos son pocos besos para una madre? ¿Y muchos besos para el hijo que se los da? ¿Cuándo tenemos poca comida en el plato, rebosando de coliflor o de pizza? ¿Puede una mujer estar un poco embarazada? En definitiva, que hay cosas que no aceptan ser medidas. Así, cuando una persona viene a hacer un trámite con un DNI sin el chip, o con una esquina de la tarjeta rota y les digo que ese carné no vale, en ocasiones la reacción es violenta:

– ¿No me lo admites? ¿Por qué?
– Lo siento caballero, pero este DNI está deteriorado.
– ¡Qué dices! ¡Pero si sólo está un poco roto por la esquina!
– Está deteriorado, y en esas condiciones no se puede emplear. Necesita obtener uno nuevo primero.
– ¡Pero si en el banco me lo cogen!
– Eso es problema del banco. El DNI no es válido. Se lo digo yo, que soy quien los hace y me conozco la legislación vigente. Yo no puedo opinar de préstamos porque no entiendo, pero de carnés algo sí que sé.
– ¡O sea que no me lo quieres hacer! Aunque pueda pagar en todos los sitios…
– No es que no quiera, es que ni debo ni puedo. Usted no se cree mejor que nadie, ¿verdad?
– Claro que no, ¿a cuento de qué viene eso?
– Veo que el trozo que le falta a usted es lo suficientemente grande como para que, estando en medio del carné, no me permita ver las dos últimas cifras de su año de nacimiento. Si al siguiente que venga le ocurre eso y no distingo ese dato, ¿a él sí se lo tengo que cambiar?
– Hombre, es que ese caso es distinto, no tiene nada que ver con el mío…
– ¿No? El agujero es el mismo, el carné estaría «un poco roto» igual que el suyo, y lo mismo hasta opera en el banco también… Si se entera de que cojo como válidos carnés con trozos rotos tan grandes como el suyo, podría ponerme una queja por discriminación. Al fin y al cabo usted me está midiendo el tamaño de la rotura, no el lugar donde se ha producido

En ocasiones la gente razona y con esto lo comprende, le guste más o le guste menos. Pero alguna vez me en encuentro con los que por no dar la razón defienden lo indefendible. Y aunque ven que no están en lo cierto no lo reconocen públicamente. Afortunadamente, son los menos.


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