Viaje del viernes #32

En la era digital es bastante común que las máquinas nos den más de un susto. Corrijo… Generalmente nos los dan quienes las manejan, que no siempre son lo espabilados que desearíamos. Y es que cuando todo va bien cualquiera es listo, pero donde se ve la inteligencia y capacidad de operación y resolución de cada uno es cuando algo no sale como debería. ¿Y qué se hace en ese caso, arreglar el problema, dar una solución? No hombre, no. Eso implica trabajo. Se le echa la culpa al funcionario y que lo resuelva él, que para eso me pagamos el sueldo entre todos. Y es que es posible tener el mismo número de DNI que otro, pero no es frecuente. Al menos no tanto como las empresas y organismos creen. 

Ayer vino una persona apurada a la oficina. Venía del banco, tenía su DNI en regla, pero le habían denegado una operación porque «su DNI lo tenía otra persona«. Y digo yo, si el ciudadano le está enseñando su carné al amable comercial del banco, ¿por qué éste insiste en que lo tiene otro? ¿Es que no lo ve? ¿Tan borrosa es la foto que lleva impresa? Ya me imagino la conversación:

– (Comercial) ¿Y dice usted que quiere un crédito de 2000 euros?
– (Ciudadano) A ver si pudiera ser.
– Permítame su DNI.
– Tome.
– A ver… Siete, tres, uno, cuatro, dos, cero, tres… ¡Pero bueno!
– (Asustado) ¿Qué ocurre? ¿Me han vaciado la cuenta? ¿Me han robado?
– Sí, ¡pero la identidad! Supongo que usted no será María Rosa, ¿verdad?
– Pues más bien no.
– Es que su DNI lo tiene otra persona.
– Sí, usted. Se lo acabo de dar.
– Que no, hombre. Me refiero a que su número de DNI lo tiene otro que no es usted.
– Pero es que eso es imposible porque yo tengo este número desde el 72, compréndame. Usted no había nacido siquiera.
– Pero es que lo dice el ordenador, no yo. Y las máquinas ya sabe usted que nunca se equivocan.
– ¿Y qué hago?
– Vaya usted a la oficina donde los hacen, y que allí le den el suyo de verdad.

Y así es como tengo ante mí al pobre caballero, preguntándose por qué María Rosa tiene un carné como el suyo y si tendrá muchas deudas que le puedan solicitar que salde. No sea que además de no darle el dinero le piden más. Lo que ocurre en el 99% de los casos es que en la base de datos del lugar donde le han reportado el problema al ciudadano han cometido un error al guardar el número de la otra persona y tienen que arreglarlo allí. Nosotros le damos un papel al ciudadano donde pone que ese número es suyo y con eso se las tienen que arreglar en el otro sitio.

Lo confieso: yo también tengo los dedos gordos. Pero antes de aseverar barbaridades de ese tipo me cercioro completamente de que no he sido yo el que se ha equivocado y de que los datos de esa persona no están bien almacenados. Después, si yo no puedo modificar nada como imagino que sería el caso del señor del banco, ya sí que intento que un tercero solucione el entuerto. La conclusión positiva que obtengo de casos como este es que no sólo la Administración Pública tiene trabajadores incompetentes.

33 comentarios en “Viaje del viernes #32

        1. Yo he estado en las dos y he comprobado que los mayores a punto de (pre)jubilarse están de vuelta de todo independientemente de dónde trabajen. Si bien se cierto que en la administración quizá esa edad es menor

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    1. En realidad lo que suele pasar es que han tecleado mal el número del carné en ese sitio, pero sí que es un poco inquietante lo de que otro pueda ser tú… Besitos corazón

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  1. Aquí, lo siento por la parte que te toca, lo de ir de papeles a la administración, es todo un poema, o mejor perder toda una mañana,eso en el mejor de los casos.
    El sistema informático tiene una base de datos,si, pero esos datos son metidos por el personal
    Y si somos personas, digo yo, nos podemos equivocar, al meter los datos, es muy fácil bailar un número o una letra, total, las teclas están muy juntas.

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    1. Ir de papeles a la administración suele ser perder varias horas de tu vida, y en ocasiones varios días, ciertamente. Como bien dices, los datos son metidos por el personal, y también nos podemos equivocar, por eso no entiendo por qué el señor del banco, del seguro o de la compañía telefónica no se molesta en comprobar si ese número de carné corresponde de verdad a otra persona o no antes de mandarlo a mí oficina y marear al cliente en cuestión. Besitos. PD. Como dato te diré que en los cinco años que estuve haciendo carnés y papeles de esos (que hice unos cuantos), nunca encontré a nadie que viniera y no tuviera el número de DNI que creía tener.

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      1. No era una crítica a ti.
        Quería expresar, como bien dices, que ante un error, de tal calibre. Seguro que desde allí mismo, podrían haberlo solucionado, sin necesidad de marear al usuario y demás compañeros de otras oficinas

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    1. No, esa conversación me la imaginé yo para darle humor a la entrada. Pero debe ser del estilo cuando pasan esas cosas. Y no solo en el banco, con empresas de teléfonos y seguros también ocurre mucho… Besitos

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    1. Ja ja ja, tú eres aún joven, cuando te des de alta en muchos sitios de luz, agua, gas, bancos, bancos…. Aunque reconozco que seguramente ahora pasa menos porque todo está más informatizado y hay más validaciones. Besitos

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  2. Jajajaja pues perfecta conclusión, incompetentes los hay por todos sitios… Mira q mandarlo a verte y meterle el susto al hombre…todo por no querer molestarse en hacer su trabajo.

    Al principio conforme lo contabas, me recordaste un libro q leí el año pasado, «el regalo» en el que le sí que le roban la identidad a un hombre y ahonda en cómo se iba sintiendo cuando iba descubriendo los hechos. Me pareció un libro con una calidad emocional muy grande, en la línea del autor.

    Besos y paciencia! 😘

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    1. Y eso que yo estaba encantado de ver a la gente, eh? Pero me daba un poco de pena la gente porque les mareaban gratuitamente… Hay una película de ese libro, tenía pendiente verla pero no sabía exactamente de qué iba, je je je. Besitos Stunner

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  3. Menudo apuro!! Tal y como lo describes el hombre parecía paciente y tranquilo. Yo hubiera montado una… jajaja. Bonito relato, qué bien refleja los despistes del humano frente a una simple máquina que todo lo sabe 😉

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