En la era digital es bastante común que las máquinas nos den más de un susto. Corrijo… Generalmente nos los dan quienes las manejan, que no siempre son lo espabilados que desearíamos. Y es que cuando todo va bien cualquiera es listo, pero donde se ve la inteligencia y capacidad de operación y resolución de cada uno es cuando algo no sale como debería. ¿Y qué se hace en ese caso, arreglar el problema, dar una solución? No hombre, no. Eso implica trabajo. Se le echa la culpa al funcionario y que lo resuelva él, que para eso me pagamos el sueldo entre todos. Y es que es posible tener el mismo número de DNI que otro, pero no es frecuente. Al menos no tanto como las empresas y organismos creen.
Ayer vino una persona apurada a la oficina. Venía del banco, tenía su DNI en regla, pero le habían denegado una operación porque «su DNI lo tenía otra persona«. Y digo yo, si el ciudadano le está enseñando su carné al amable comercial del banco, ¿por qué éste insiste en que lo tiene otro? ¿Es que no lo ve? ¿Tan borrosa es la foto que lleva impresa? Ya me imagino la conversación:
– (Comercial) ¿Y dice usted que quiere un crédito de 2000 euros?
– (Ciudadano) A ver si pudiera ser.
– Permítame su DNI.
– Tome.
– A ver… Siete, tres, uno, cuatro, dos, cero, tres… ¡Pero bueno!
– (Asustado) ¿Qué ocurre? ¿Me han vaciado la cuenta? ¿Me han robado?
– Sí, ¡pero la identidad! Supongo que usted no será María Rosa, ¿verdad?
– Pues más bien no.
– Es que su DNI lo tiene otra persona.
– Sí, usted. Se lo acabo de dar.
– Que no, hombre. Me refiero a que su número de DNI lo tiene otro que no es usted.
– Pero es que eso es imposible porque yo tengo este número desde el 72, compréndame. Usted no había nacido siquiera.
– Pero es que lo dice el ordenador, no yo. Y las máquinas ya sabe usted que nunca se equivocan.
– ¿Y qué hago?
– Vaya usted a la oficina donde los hacen, y que allí le den el suyo de verdad.Y así es como tengo ante mí al pobre caballero, preguntándose por qué María Rosa tiene un carné como el suyo y si tendrá muchas deudas que le puedan solicitar que salde. No sea que además de no darle el dinero le piden más. Lo que ocurre en el 99% de los casos es que en la base de datos del lugar donde le han reportado el problema al ciudadano han cometido un error al guardar el número de la otra persona y tienen que arreglarlo allí. Nosotros le damos un papel al ciudadano donde pone que ese número es suyo y con eso se las tienen que arreglar en el otro sitio.
Lo confieso: yo también tengo los dedos gordos. Pero antes de aseverar barbaridades de ese tipo me cercioro completamente de que no he sido yo el que se ha equivocado y de que los datos de esa persona no están bien almacenados. Después, si yo no puedo modificar nada como imagino que sería el caso del señor del banco, ya sí que intento que un tercero solucione el entuerto. La conclusión positiva que obtengo de casos como este es que no sólo la Administración Pública tiene trabajadores incompetentes.
Este es un claro caso –y permítaseme el barbarismo– de browndispatching.
Me gustaLe gusta a 2 personas
Ja ja ja. A ti se te permite casi cualquier cosa. Eso que dices es muy común en la fauna ibérica…
Me gustaLe gusta a 1 persona
Menuda fauna, sí.
Me gustaLe gusta a 1 persona
No solo, en efecto…
Me gustaLe gusta a 1 persona
Y mira que la administración tiene muchos, te lo digo yo que estoy dentro…
Me gustaLe gusta a 1 persona
Yo he estado toda mi vida laboral en la privada y he visto (y convivido) mucha acémila, con perdón de la acémila.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Yo he estado en las dos y he comprobado que los mayores a punto de (pre)jubilarse están de vuelta de todo independientemente de dónde trabajen. Si bien se cierto que en la administración quizá esa edad es menor
Me gustaLe gusta a 1 persona
Jajaja, seguirán el dicho de «para lo que me queda en el convento….»
Me gustaLe gusta a 2 personas
Ya te digo, totalmente…
Me gustaMe gusta
Es que la vejez es sabia, en cualquier bando.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Parece una historia surrealista lo de que otro tenga tu identidad. Da hasta miedo
Me gustaLe gusta a 1 persona
En realidad lo que suele pasar es que han tecleado mal el número del carné en ese sitio, pero sí que es un poco inquietante lo de que otro pueda ser tú… Besitos corazón
Me gustaMe gusta
Aquí, lo siento por la parte que te toca, lo de ir de papeles a la administración, es todo un poema, o mejor perder toda una mañana,eso en el mejor de los casos.
El sistema informático tiene una base de datos,si, pero esos datos son metidos por el personal
Y si somos personas, digo yo, nos podemos equivocar, al meter los datos, es muy fácil bailar un número o una letra, total, las teclas están muy juntas.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Ir de papeles a la administración suele ser perder varias horas de tu vida, y en ocasiones varios días, ciertamente. Como bien dices, los datos son metidos por el personal, y también nos podemos equivocar, por eso no entiendo por qué el señor del banco, del seguro o de la compañía telefónica no se molesta en comprobar si ese número de carné corresponde de verdad a otra persona o no antes de mandarlo a mí oficina y marear al cliente en cuestión. Besitos. PD. Como dato te diré que en los cinco años que estuve haciendo carnés y papeles de esos (que hice unos cuantos), nunca encontré a nadie que viniera y no tuviera el número de DNI que creía tener.
Me gustaLe gusta a 1 persona
No era una crítica a ti.
Quería expresar, como bien dices, que ante un error, de tal calibre. Seguro que desde allí mismo, podrían haberlo solucionado, sin necesidad de marear al usuario y demás compañeros de otras oficinas
Me gustaLe gusta a 1 persona
Lo sé corazón. Es eso, que no entiendo por qué la gente pasa tanto de todo… Pero lo de perder el día de papeleos es tristemente cierto… Besitos
Me gustaLe gusta a 1 persona
Tú tendrás los dedos gordos pero otros tienen la neurona delgada. ¿En serio que le dijo eso el del banco? ¡Es para no creérselo! 😀 😀 😀
Me gustaLe gusta a 1 persona
No, esa conversación me la imaginé yo para darle humor a la entrada. Pero debe ser del estilo cuando pasan esas cosas. Y no solo en el banco, con empresas de teléfonos y seguros también ocurre mucho… Besitos
Me gustaLe gusta a 1 persona
😀 😀 😀 Ya me figuro que no estarías presente, pero creo que debió ser muy cercana a lo que has escrito 😉
Me gustaLe gusta a 1 persona
La incompetencia está rampante por doquier, querido Oscar. Estás en lo cierto.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Menos mal que luego hay gente como tú, competente y honrada, para compensar a los otros. Besitos corazón
Me gustaLe gusta a 1 persona
Tú también eres muy competente, a ver si salvamos al mundo. Besos mil.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Bueno, y si no salvamos nuestro mundo, que ya es algo…
Me gustaLe gusta a 1 persona
Primera vez que escucho semejante caso. Me imagino la cara del pobre señor… A mí me da algo si de repente me dicen eso, vamos…
Me gustaLe gusta a 1 persona
Ja ja ja, tú eres aún joven, cuando te des de alta en muchos sitios de luz, agua, gas, bancos, bancos…. Aunque reconozco que seguramente ahora pasa menos porque todo está más informatizado y hay más validaciones. Besitos
Me gustaLe gusta a 1 persona
Te leo y me viene a la memoria Kafka y su titánica lucha contra la absurda burocracia. Desde luego hay situaciones en las que la realidad supera a la ficción. Un abrazo
Me gustaLe gusta a 1 persona
Uf, ni te imaginas… De hecho, no hay como trabajar atendiendo al público para no dejar de sorprenderte nunca…. Besitos
Me gustaLe gusta a 1 persona
Jajajaja pues perfecta conclusión, incompetentes los hay por todos sitios… Mira q mandarlo a verte y meterle el susto al hombre…todo por no querer molestarse en hacer su trabajo.
Al principio conforme lo contabas, me recordaste un libro q leí el año pasado, «el regalo» en el que le sí que le roban la identidad a un hombre y ahonda en cómo se iba sintiendo cuando iba descubriendo los hechos. Me pareció un libro con una calidad emocional muy grande, en la línea del autor.
Besos y paciencia! 😘
Me gustaLe gusta a 1 persona
Y eso que yo estaba encantado de ver a la gente, eh? Pero me daba un poco de pena la gente porque les mareaban gratuitamente… Hay una película de ese libro, tenía pendiente verla pero no sabía exactamente de qué iba, je je je. Besitos Stunner
Me gustaLe gusta a 1 persona
No sabia de la película, el libro es de Eloy Moreno, creo q hay otro libro titulado así…. ya te la he fastidiado jajaj
Me gustaLe gusta a 1 persona
Ja ja ja, no me importa, desde que me dijeron el final de Titanic mientras hacía cola en el cine no me molesta que me estropeen las películas. Besitos
Me gustaLe gusta a 1 persona
Menudo apuro!! Tal y como lo describes el hombre parecía paciente y tranquilo. Yo hubiera montado una… jajaja. Bonito relato, qué bien refleja los despistes del humano frente a una simple máquina que todo lo sabe 😉
Me gustaLe gusta a 1 persona
Que son muchos, aunque la gente no quiera darse cuenta de que puede equivocarse al utilizar las perfectas máquinas… Pero bueno, en todos sitios también hay, por fortuna, gente competente. Besitos!!
Me gustaLe gusta a 1 persona