Se vislumbra el buen tiempo, y con ello, los niños y los padres se aglutinan en los parques que se levantan por doquier en el pueblo donde vivo. No voy a entrar en que Hay una frase que se puede escuchar constantemente en cualquier parque infantil: «Hay que compartir». Es una sentencia que muchos padres le dicen a sus pequeños cuando tienen varios juguetes y se les aproxima otro, generalmente con ninguno.
La situación es bastante similar siempre: un niño juega tranquilamente con sus juguetes, palas, cubos, pelotas… De repente llega uno con las manos vacías, a mirar, cotillear, o quizá a coger algún juguete del primero. El padre del niño, si está pendiente, tarda poco en sentenciar: «Déjale algo al bebé / nene / nena». Y si su hijo se niega, continúa: «Oye, déjaselo que hay que compartir». Esto pinta bien a priori, pero sin excederse, claro. Hay padres que se vienen arriba y sólo piensan en que sus hijos compartan, compartan y compartan. ¿Hasta qué punto tienen que compartir los niños sus pertenencias? Quiero decir, un adulto, ¿cómo estaría de dispuesto para compartir su coche con otro adulto que acaba de llegar y al que no conoce de nada? Y si ese extraño tiene el beneplácito del padre del primero (que tampoco lo conoce), ¿cambia algo? ¿Por qué debemos pensar que con los niños se distinto? ¿A qué se debe que los adultos no quieran dar ni las gracias en muchas ocasiones y obliguen a los niños a que dejen sus juguetes, que en el fondo son sus posesiones más valiosas?¿Tiene algún sentido? Y peor es cuando el niño que no quiere compartir sus cosas llora o se enfada y sus padres hacen lo propio con él. No creo que sea lo adecuado. Mejor explicarle los beneficios de compartir y de no hacerlo, y dejarles elegir. Creo que a nadie de los que me lee le gustaría que su padre le obligara a compartir su cartera con alguien que acaba de acercársele… ¿me equivoco?
Ya hablé de ello en su momento, en la señal número 9. Sé que soy un padre exigente. Seguramente demasiado, pero cuando hay juguetes en un parque y mis pequeños los van a coger para jugar, siempre les digo «¿le has preguntado al dueño si puedes jugar?, ¿le has dado las gracias por dejarte jugar?». Generalmente los padres me oyen y me dicen que los usen sin problema, y si viene otro niño a jugar les digo que compartan igual que los han compartido con él. Máxime teniendo en cuenta que puede ser el dueño. Por eso me resultó graciosa la situación de ayer en el parque. Habíamos bajado palas y rastrillos y estaban en el suelo. Un niño se puso a jugar con ellas y al poco llegó la mía. Entonces, el padre del niño, viendo que el peque no quería soltar ninguna de las que tenía, le dijo «hay que compartir, déjale una a la nena». Y yo pensando «hay que fastidiarse, ¡como que son de ella! Estaría bueno que se quedara sin jugar…». Finalmente el niño accedió, pero con pocas ganas. Quizá son los dos extremos, los evitables a toda costa: compartir todo con todos a cualquier precio, y el no querer compartir ni lo que no es de uno con su dueño legítimo. Yo, sin saber si lo hago mejor o peor, me decanto por un término medio en el que les animo a compartir sin obligarles, haciéndoles ver que, de la misma forma, es posible que los demás no quieran compartir con ellos sus cosas. Y eso no les hace ni mejores ni peores que el resto.
Yo también creo que no hay que obligarlos, pero si enseñarlos a compartir, si no los estimulas (como tú haces) y les haces ver los beneficios que comporta, nunca aprenderán. Compartir, como cualquier habilidad social, es algo que se puede aprender si se trabaja. A mí, personalmente, me ponen muy nerviosa esos críos y su padres que se apoltronan, por ejemplo, en un columpio y no lo sueltan ni con agua caliente. Seguramente serán los que luego no suelten tampoco la pala, ni echen una mano de adultos a la persona que lo necesita 😉
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Te confieso que yo de pequeño tuve problemas con eso de compartir, porque me rompieron varias cosas y no me apetecía nunca prestar nada a nadie precisamente para no quedarme de nuevo sin ellos. Así que comprendo perfectamente que mis pequeños tampoco quieran hacerlo por miedo a lo mismo. Lo del columpio es algo digno de mención, y ya le dediqué una entrada hace unos meses. Pero como siempre, la culpa es de los padres. Besitos
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Es que hay cada caballo percherón… Les dejas una pala y un cubo y te lo devuelven a trozos 😉
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A mí me rompían maquinitas, cajas registradoras, y simlares. Y me fastidiaba mucho, porque encima luego ni disculpas por su parte, ni por la de sus padres, porque antes todo (y creo que ahora también sigue siendo así) «eran cosas de niños». Besitos
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Es que tú eres un trozo de pan y hay gente que confunde la bondad con poder pisotear sin miramiento. Las cosas de niños son, precisamente, las más importantes 😉 ¡Un abrazo!
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Aja…de ahi sale todo esto, de la infancia dura….
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Sí y no, porque con mi hermano compartía todo y si se rompía «no pasaba» nada. Pero un «extraño», ¿por qué debía romperme las cosas que me gustaban? ¿Sólo porque no ponía cuidado con ellas?
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Pues mira! El mismo razonamiento hizo el famoso pediatra Carlos González sobre compartir las cosas! Y es más que lógico! Por qué obligamos a los peques a compartir sus cosas si nosotros no lo haríamos? Estar en un parque, que se acerque una señora y te coja el bolso porque hay que compartir, por poner un ejemplo. Creo que a ningún adulto le gustaría una situación así, no?
Al Nano le enseñamos a compartir sus cosas de manera respetable. Si no quiere compartir, no lo forzamos. Siempre dejamos que sea el quien decida si quiere compartir sus juguetes o no. En cambio, ahora si ve a otro niño con un juguete que le llama la atención, se queda mirando y esperando a que el otro niño le de permiso, sino, no lo coge (antes iba a lo loco, y se montaba la de San Quintín. Pero le explicamos que no se hace así. Desde entonces, hace esto y muy bien). También veo que esta manera de compartir cosas de manera sana, suavizó un tanto el carácter desbocado que tiene.
Gran Post, sí señor! 😉
Besotes… y comparto un abrazo 😉
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Le voy a tener que pedir derechos a Carlos González por plantearme antes de que lo haga él, jajaja. Me alegro de que tu peque se haya reconducido en el arte de prestar las cosas. Muchas gracias, besitos compartidos
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Pues mirándolo desde esa perspectiva me parece un buen razonamiento, nunca lo había pesado. Yo no comparto en la playa ni mi toalla, ni mi sombrilla y sin embargo a ellos siempre les obligamos a compartir la pala, el rastrillo, etc. Besos!!
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Es un poco paradójico, verdad? Y sobre todo lo es más si ellos no quieren compartir y nosotros medio les reñimos, medio nos disgustamos. La incongruencia total del ser humano. Besitos
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Estupenda reflexión.
Aunque a mí los parques se me empiezan a olvidar porque ya ha transcurrido un tiempo. En los parques, precisamente, se dan muy a menudo muestras de «hipocresía padruna para que diga todo el mundo qué cojonudo soy». Si no sale del niño compartir no me parece bien obligarle a hacerlo. Aunque llegará el día en el que el niño quiera que compartan con él y los demás no querrán. Ahí es donde si podemos mostrarle la lección.
Yo recuerdo padres (que no niños) muy caraduras que con tal de no bajarse el bolsón con los juguetes siempre andaban «compartiendo» los de los demás.
A los nenes hay que mostrarles el camino, pero ojo con qué camino les mostramos, que no todos llevan a Roma.
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Muy buena reflexión, Cándido. Los parques son esos lugares en los que cuando un niño es tan pequeño que no puede estar solo, los padres intentan demostrar lo que tú dices de ser guays, y cuando consiguen moverse por sí mismos, es el lugar donde dejarlos encerrados un rato para que no molesten mientras se pone verde al vecino de al lado, a la madre tonta o al padre tonto de la clase con el resto de padres, o se escribe en Whatsapp y se mira el facebook sin parar. Eso que dices de los padres caraduras no es que lo defienda, pero a mí se me olvidaba a menudo bajar los juguetes porque soy un poco bastante desmemoriado. Así que puedo tender a pensar que a los demás les pasa algo similar… Un abrazo
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Compartir pero sintiendo que tienen capacidad de decisión si no parecen que están obligados.Esta claro que los adultos no quisiéramos compartir obligados.Besotes,buena semana
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Totalmente de acuerdo contigo rubilla. A algunos adultos les cuesta compartir sin estar obligados, por lo que estándolo… Besitos
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Compartir es bueno si es recíproco, si solo comparte uno ya es gorroneo, digo yo. Buena reflexión, Óscar.
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Eso es uno de los motivos por los que en ocasiones dejaba los juguetes en el carro. Porque yo era el único que llevaba y me cansaba un poco. Pero sí, es bueno si es recíproco y además consentido. Besitos
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Pues mira, la mía ahora ya es un poquito más mayor pero antes lo que hacía yo era preguntarle si queria dejar sus cosas. Siempre las ha dejado y por el contrario jamás ha ido a coger los juguetes de ningún otro niño, solo si se los ofrecían, aceptaba coger alguno. Los niños aprenden con el ejemplo más que con las palabras y Vera ha visto siempre que es estupendo ser generoso.
Venga va, te dejo jugar con mis juguetes Óscar de mis amores
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Pues yo a los míos les he tenido que decir en ocasiones que las cosas se piden antes de cogerlas prestadas, a pesar de no haber tenido problemas en dejar sus juguetes a cualquier niño que estuviera allí. Ser generoso es estupendo siempre que el niño vea reciprocidad, porque sino es un poco desesperante. Muchas gracias Anita, cariño, pero creo que tus juguetes no me van a servir de mucho… 😉 Besitos
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Tu crees?? Podemos jugar a las casitas malpensaooo
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Ja ja ja. Bonita, yo contigo juego a lo que quieras. A mamás y papás, a los médicos, a lo que quieras!
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Ya me parecía a mi. Tu cocinas y yo veo la tele mientras me traes una cerveza jajajajaj
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Vale. Pero no me hago responsable de cómo quede la comida…
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Óscar no te equivoca. Yo no le diría a mi hijos que compartieran un juguete, otra cosa, seria ponerse a jugar al futbor y jueguen con la pelota. Sobre como tu educas a tu hijo, todos los padres, no somos iguales, ay cosas, que tu las puedes ver bien y otros no. Aunque ay madre, que mas bien no le da educacion a sus hijo.
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Es que si llevan una nota que no la comparten los pobres se borran de jugar solitos… Es bueno que cada uno eduque de una forma, pero que se haga siempre desde el respeto. Un abrazo
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A los niños se le enseñan o exigen muchas cosas que los padres nunca hacen y los peques los acaban calando, de eso también aprenden. Mi hijo se leyó en una ocasión todas las leyendas de las cajetillas de un cartón de tabaco, todas distintas (fumar mata, fumar perjudica a los que están a tu lado, provoca cáncer y otras enfermedades) y al acabar me preguntó: ¿papá, tú por qué fumas? Así que van a aprender lo que ellos quieran.
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Esa es otra, que al final ellos se quedan con lo que quieren, o con lo que creen que deben, teniendo en cuenta que por norma general, lo que hace sus padres es lo que, como mínimo, pueden hacer ellos. Independientemente de lo que éstos les pidan. Porque el «haz lo que yo diga y no lo que yo haga» no siempre funciona. Un abrazo
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Jajajjjaa!! yo empiezo a estar un poco harta ya de la frasecita de marras!! Pienso que en el término medio está la virtud. Es lo que dices, si tu hijo no comparte tendrá que saber que puede que a él luego no le dejen tampoco juguetes los demás. Un beso.
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Así como tampoco debe enfadarse por ello, porque lo normal es que tenga lo mismo que da. El término medio es algo tan difícil de lograr como un pleno al quince, jejeje. Besitos bonita!!
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Estupenda entrada Óscar es cierto y me haces reflexionar que tal vez por la dichosa frase tan escuchada somos los primeros que la decimos cuando somos padres, pero puestos en situación en la que el niño cogió las palas de tu princesa y el padre soltó esa frase quien es el para darla, yo jajaja creo que me habría quedado KO. Por otro lado supongo que los padres tratamos de impartir valores que como dices de adultos les sirvan ya de adultos estamos más que enseñados para decidir sin necesitar consejo. Estoy contigo en que una vez educados la libre elección es de ellos, besos enormes !!! ya te los dí ? pues más !!!
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Al menos el hombre tenía buena voluntad, pero un «que no son tuyas» al niño no habría venido mal tampoco, jejeje. Lo importante es darles la opción a decidir… Montones y montones de besitos preciosa!!
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Muchos más para ti Óscar espero que tengas un maravilloso martes !!!
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Pues, la clave de cualquier buena habilidad es la conciencia . A fuerzas, obliganndo se empeoran las cosas. Explicando y poniendo ejemplos..pero la decision es la suya. Pues viene algún día cuando nuestros hijos tendrian que compartir sus bienes con los padres..Hay que pensar en ello también.
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Le intento enseñar que lo normal es que con la familia directa se compartan las cosas, porque ellos lo cuidarán como nosotros mismos. Pero por los demás uno no puede responder. Y siempre tienen ellos la última palabra, lógicamente. Besitos!!
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Completamente de acuerdo. Yo tampoco suelo obligarles a compartir, aunque sí que les explico que a ellos también les dejan juguetes y que compartir es más divertido. Aunque entre los hermanos sí que les obligo un poco a veces y otras veces les hago respetar las pertenencias del otro, depende un poco de la situación.
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Entre hermanos en mi casa a veces es la guerra, porque cuando uno coge algo el otro lo quiere al segundo, y obviamente no pueden compartirlo al momento y el segundo tiene que esperar un rato, jejeje. Pero lo llevan bien. Besitos
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Mucho va en la personalidad del niño pero también la crianza, yo así en bruto me recuerdo super egoísta, odiaba compartir comida jajaja TODA PARA MI! Pero entre tanto reto de mis padres aprendí jajaja
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Mai! Qué gusto verte por aquí de nuevo! Todo bien? A mí con la comida aún me pasa, sobre todo si es chocolate, ja ja ja. Besitos corazón
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Pues yo a veces he sido muy neurótica del compartir en un afán de que entienda que aunque es hijo único, hay que compartir cosas de vez en cuando, pero tienes razón!!!! Si a nosotros nos cuesta… Ay qué difícil es esto 😭
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Jejeje, si es que eso de que los niños vengan sin manual de instrucciones, sin un teléfono para llamar en caso de anomalía… Así no se puede!!! Con todo y con eso, tu peque está encantado de tenerte como madre. Besitos
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Todo en su término medio y ahí radica la dificultad. Las enseñanzas y consejos de los padres y desde luego el ejemplo de lo que ven. Buen día.
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Es exactamente como dices. Lo ideal y lo difícil es ese ansiado y deseado término medio. Pero lo importante es predicar con el ejemplo. Besitos corazón
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Tu eres un papi requete chulin.
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Muchas gracias Mel. Tú eres una mujer excelente y una persona aún mejor. Besitos bonita!!
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Qué liiiiiiinnnndoooooo….
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Pues sí, los juguetes de un niño son lo más valioso para él, y, por tanto, no podemos exigirle que comparta lo que nosotros, los mayores, muy pocas veces (o nunca) compartimos. Aguda reflexión, ya lo creo.
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Muchas gracias José Ángel. Si es complicado que la gente se ponga en la piel de otro,en la de un niño, no te digo nada… Pero generalmente pretendemos que hagan cosas que nosotros no hacemos, y por gusto para nosotros encima… Un abrazo
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Si te digo la verdad, no había caído yo en eso, en que muchas veces les pedimos a los niños lo que nosotros no hacemos o, cuando menos, no solemos hacer. Mi abrazo va.
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Quizá me equivoque porque no sé cómo lo hace un niño, pero a veces pienso que ellos y nosotros los adultos tenemos los mismos gustos por algunas cosas, pero no somos igual de permisivos con ambos grupos. Un abrazo
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Mi abrazo de «niño viejo», Óscar.
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Esos, José, son los más sinceros y los que más se agradecen
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¡Pues otro, colega!
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Ay yo con este tema tengo discusiones jajaja. YO siempre he dicho que un niño no aprende a compartir por obligación, aprende cuando le sale de dentro. Yo jamás le obligo… a ver, con matices. SI mi hijo tiene 20 juguetes y llega otro, le digo que le deje alguno pero si mi hijo ha bajado SU juguete para jugar el, no tiene por qué soltarlo para que lo coja otro. Aqui hay muchos niños que jamas bajan juguetes a la piscina ni a la plaza y estoy hasta las tetas qde que cojan los suyos y se los devuelvan rotos. Así que ahora, le dejo compartir con los que tambien comparten y nada mas.
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Es que lo grave de la situación es eso, que los devuelven rotos porque no ellos no sus padres tienen cuidado de las cosas de los demás. Y a mi me importa un rábano que destrocen sus propios juguetes, pero los de otros… Besitos cariño
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Si si y encima te dicen: Toma, que estaba roto. No hijo, no estaba roto.
En fin..que de todo se aprende, yo ahora solo llevo un juguete, el que el use.
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Totalmente de acuerdo. Me dan ganas de romperle uno suyo que no te imaginas… Si los padres no intervienen en el trato de su hijo con un juguete ajeno, a la inversa imagino que tampoco… Besitos
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Eso dice siempre mi peque, pero luego todo lo quiere para él…y yo creo que los mayores, tres cuartos de lo mismo. Difícil tema el que planteas aunque sea el S. XXI…
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Ja ja ja. No es malo que lo quiera para él, así lo tiene siempre en buenas condiciones… La cosa es que no haga uso de lo del resto, je je je. Un abrazo
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Todo para mí todo para mí 🙂
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Mi tesoro……
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jajaja
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Pues me parece genial tu planteamiento, yo opino igual se explican la razones y darle la opción de hacerlo si así lo quieren, respetar esa decisión.
Aunque reconozco que en alguna ocasión lo de «HAY QUE compartir» se me ha salido, y es que no debe ser obligacion, si insistimo incluso podemos fomentar a que ocurra lo contrario y más en niños pequeños que no entendien eso del «compartir sus juguetes»
A ver si yo voy a estar compartiendo mi telefono porque al otro se le quedo en casa jeje
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Je je je, y que se dedique a su Facebook y tú sin actualizar el tuyo, y que encima te rompa la pantalla… A mí me sale sobre todo cuando está con amigos cuyos padres están con nosotros también, pero a menudo soy el único que dice que comparta sus cosas y me da un poco de coraje que ningún otro padre intervenga para que el mío elija cuál de sus juguetes quiere compartir… Besitos
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Oscar me encantan tus reflexiones, yo tambien lo veo más o menos así. Esta frase no solo es de parques sino de cole . En el aula se suele repetir eso de que los juguetes son de todos y ellos lo interiorizan rápido para luego utilizarlo a su favor ejejeje. Pero hay que hacerles ver la realidad, a la hora de la verdad no todo es de todos. La cosa cambia -y es más o menos lógico- cuando los juguetes son propiedad de un niño, siendo tambien decisión suya el dejarlos o no. Nunca hay que obligarles y sí hacerles reflexionar sobre el hecho de compartir, que al final es bueno y entraña muchos beneficios.
Besitos.
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Es que son muy listos, y eso de que es de todos vale cuando no lo tienen ellos, pero no cuando sí lo tienen. Lo de compartir tiene beneficios, cierto, salvo si ocurre lo de este fin de semana, que por compartir cuatro coches y una pistola de agua ha conseguido tenerlos todos rotos… Curiosamente los juguetes de los otros en perfecto estado…. Besitos
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Hombre no es lo mismo compartir tu coche o la cartera que compartir unos juguetes, evidentemente los bienes a la edad adulta no son los mismo que de niños, pero los niños son inocentes y receptivos a aprender, con lo cual hay que inculcarles de pequeños que no se peleen por las cosas materiales y que compartan, ya que hay una etapa de la infancia que son muy egoístas y quieren lo suyo y lo de los demás, así que hay que quitarles ese defecto, para que no aumente. Bien es cierto que posteriormente, cuando ya han pasado esa etapa puedes enseñarle que luego puede elegir entre compartir o no, todo dependerá de su forma de ser, pero siempre hay que enseñarle primero a no ser egoísta. Yo opino así, porque no soy nada egoísta ni nada materialista, pero evidentemente mi dinero no lo comparto con un desconocido, porque no sé que va hacer con él y yo lo necesito, no me sobra precisamente, eso sí, si alguna vez he tenido que comprarle comida a alguien no me importa. Todo depende del criterio de cada uno. Besitos!!
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Tú crees que no es igual? Piensa en lo que supone para ti tu coche o tu cartera (uno de tus mayores bienes), y lo que supone para un niño un juguete, quizá su preferido, que por eso se lo lleva al parque (cuando ellos no tienen más propiedades que los juguetes)… Como bien dices en tu ejemplo, tú no das tu dinero a un desconocido porque te hace falta y no sabes qué va a hacer el otro con él. Piensa que un niño no deja un juguete por el mismo motivo… Estoy contigo en que hay no hay que dejarles ser egoístas. Si no prestan, no pueden tomar prestado, lógicamente. Besitos corazón
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Hombre si lo miras así sí, es lo mismo, lo que pasa que yo tengo el pensamiento que lo material no es importante, es decir por ejemplo a mi coche le pasa algo y no le doy la importancia que le da otra persona, se puede arreglar, no pasa nada, pues creo que con los juguetes pasa eso, hay que enseñarles que lo material es algo secundario, que puede remplazarse o arreglarse, yo no creo que sea beneficioso para un niño enseñarles a ser materialistas, y a darle excesiva importancia a un juguete, porque por ello mismo no querrán dejárselo a nadie. Besitos!!
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Vale, ya entiendo lo que quieres decir. Pero desde la experiencia te digo que eso es bastante complicado en niños pequeños, je je je. Si muchos mayores no lo ven así, los pequeños que razonan menos, imagínate. Besitos
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Ya si lo sé, soy rara en mi especie jeje
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No eres rara boba, muchos tendrían que pensar así también…
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Probando 😉
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