El tamaño de los factores no altera el producto, pero lo dificulta

Estoy harto de escucharlo en la televisión y de leerlo en distintos medios: el cerebro esa la máquina más compleja y perfecta que existe. Ya. Pues será el genérico. Desde luego que a mí no me han llamado para hacer ese estudio. Es más, si lo hubieran hecho con el mío no habrían podido sacar esa noticia. Supongo que en algún momento mi cerebro tuvo una tara. No ya por el hecho de que se me olviden las cosas en menos de 24 horas, que también, sino más bien por lo errático de su funcionamiento.

Mi querida Sensi lo decía en un comentario de la entrada del viaje del viernes 4, preguntando si tenía un problema. Pues bien, o no lo tiene, o lo tenemos los dos. Y es que es en exceso curioso que el cerebro sea capaz de almacenar una cantidad ingente de información, que según en qué casos parece no tener límite, que pueda realizar con relativa facilidad complicadas operaciones matemáticas, que tenga la habilidad de alternar el habla en distintos idiomas según la situación, que pueda crear de la nada mundos, personajes, conversaciones e historias con una agilidad y facilidad pasmosa… Y que no sea capaz de verificar el número de teléfono de uno si se lo dicen de una manera distinta a la que se lo aprendió.

¿Por qué mi cerebro tiene esta dificultad con los números de teléfono o con los del carné de identidad? Yo soy capaz de aprenderme (si me lo propongo mucho) la agenda telefónica de mi móvil; en grupos de tres cifras. Eso son muchos números, más de diez. Y todos ellos de nueve cifras. Sin embargo, llamo a mi operador de telefonía por algún problema y para verificar mi número me lo dice en grupos de dos. Y ya no sé si habla del mío o del de la llamada de antes. Le digo que sí es el mío y la siguiente frase no la escucho porque estoy comprobando de uno en uno que los números que me acaba de decir se corresponden realmente con mi teléfono. El día menos pensado me ofrecen algo interesante y por no estar atento pierdo la oportunidad.

¿Qué hace que el cerebro se despiste tanto que no pueda corroborar al momento dos números dichos de dos en dos en lugar de tres en tres? ¿Es cosa mía, de la edad? ¿A ti también te pasa que cuando dicen tu número de forma distinta a como la dices tú te toca ausentarte unos segundos mientras lo piensas?