El secreto está en las cookies

Nota: Para los que vayan con prisa que pasen directamente al consejo del final.

No, esta no es una receta de comida toca con cookies de por medio. Sería una forma fea de cargarme el trabajo de personas como Dulce Tradición o El poder de querer ser madre, que sí que hacen recetas en condiciones. Lo mío es más bien una entrada de ayuda, a tenor de lo que me ocurrió este mayo mientras reservaba las vacaciones.

Hace varios años que reservamos las vacaciones por Internet. No sólo por el ahorro económico, sino porque además es más rápido, se pueden hacer consultas de varios lugares y con distintos proveedores a la vez, pueden verse fotos reales y no publicitarias (hechas por otros viajeros) y se puede contar con decenas de opiniones acerca del lugar, entre otras ventajas. Sin embargo, no recordaba que antes nos hubiese ocurrido lo de este año. Estos últimos años he utilizado la página de Destinia para hacer las reservas. Además de que me resulta fiable, tienen contacto en España, suelen ser de los más económicos y gracias a una página web en la que estoy registrado (puedes acceder aquí para echar un vistazo y darte de alta si quieres) me devuelven el 8% de lo gastado, y en estos viajes es un pico.

Variación PrecioEstuvimos contemplando varias posibilidades hasta dar con el destino definitivo, y una vez nos quedamos con él empezamos a hacer búsquedas en distintos rangos de fechas, para saber cuál nos resultaba más económico. En distintas fechas había distintos hoteles que tenían el mejor precio. Me apuntaba los mejores precios y volvía a repetir la búsquedas para comparar varios hoteles en distintos períodos. Mi cara de sorpresa llegó cuando al repetir el primer paso para confirmar, los precios que había apuntado habían variado al alza. ¿Cómo era posible? Pensé que se trataba una de las desventajas de hacerlo por Internet, ya que en muchos lugares según van reservando se incrementa el precio de las habitaciones disponibles. Sin embargo a la media hora la precios eran desorbitados. Lo dejamos estar hasta el día siguiente para meditar qué hacer.

Días después probé en otras páginas, y la diferencia de precio era abismal. No me lo podía creer y repetí las búsquedas. Me quedé más asombrado cuando vi que los precios habían bajado a los valores iniciales de nuevo. Pensé que no había hecho algo bien y repetí el proceso de nuevo. Una vez más, a la media hora de buscar, los precios habían subido un 30%. Era tan extraño que lo dejé indignado y cabreado.

CookiesEntonces se me ocurrió algo. ¿Y si el sitio web estaba utilizando las cookies para basarse en mis búsquedas y aumentar los precios por repetición de las mismas? Utilicé un navegador web distinto al que había estado usando y por arte de magia los precios volvieron a bajar. Borré los archivos temporales y las cookies almacenadas en ambos navegadores web y repetí el proceso en ambos. Nuevamente bajos. Eso me llevó a cabrearme más, porque no sólo me aumentaba el trabajo con cada cierto número (4 ó 5) búsquedas. Además me había dado un disgusto la vez anterior. ¿Cómo eran tan sinvergüenzas? Y las personas que no sepan o no tengan la ocurrencia de pensar en esto, ¿qué hacen, tragarse un precio desorbitado?

Repetí el proceso con diversas páginas web y comprobé que en todas hacían lo mismo, pero que el ritmo de subida no era igual. Además, también comprobé que llegado a un punto daba igual que borrase los ficheros temporales, el precio seguía subiendo. Así que supuse que también quedaba registro de las búsquedas en el servidor de cada empresa. La consecuencia fue que tardé un par de días en realizar (con bastante miedo) la reserva de las vacaciones. Afortunadamente, a un precio muy similar al primero que vi.

Conclusión/Moraleja/Consejo: Si reservas por Internet, haz las consultas varios días antes de la reserva, y desde un dispositivos distinto al que luego hagas la reserva. Te ahorrarás tiempo, sustos, disgustos, y dinero.

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37 comentarios en “El secreto está en las cookies

  1. ¡Me he quedado alucinada! Ya me asusta cuando entro a Google y la publi me sale relacionada con cosas que hice días atrás, pero esto ¡es el colmo! Parece de película futurista, qué miedo… Gracias por contarlo, yo que soy muyyyy ignorante en esto del ciber-mundo, ¡te lo agradezco mil!

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    1. De nada! Un placer compartir mi experiencia para que os ayude en la medida de lo posible, je je. Eso de Google también es por las cookies. Si las borras de continuo, no pasa. Pero es un engorro, je je. No creo que seas tan ciberignorante! De todas formas, cualquier duda que tengas y pueda ayudarte, aquí me tienes.

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  2. Las cookies son unos bichos muy malos que no se matan con piedra ni palo. Yo pienso que son algo tontas estas cookies. Compro un viaje a Córdoba y en los siguientes 20 días me siguen bombardeando con publicidad para ir a Córdoba. ¿Pero es que no te has enterado que ya tengo el viaje?, ¿Cuántas veces te piensas que voy a viajar al mismo destino en un mes, so mentecato?. Son conversaciones que tengo con el ordenador.
    Pues eso, que las cookies se creen muy listas, pero solo son cansinas. Gracias por tus advertencias, las tendré en cuenta.
    Besos.

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    1. Ja ja, se matan con la configuración de los archivos temporales de Internet, que son como el RAID, je je. Te lo hacen para que compres el siguiente. Asumen que Córdoba es tan bonito (y lo es) que vas a repetir. Gracias a ti Sensi. Besitos

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  3. Las cookies… Que malas amigas son. Yo miro y remiro hasta la extenuación y comparo borrando el historial, porque si no… Lo peor es que están ya en todas la web. A mí los carteles de advertencia también me tienen hasta el gorro.
    Un abrazo, Óscar

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    1. Útiles para algunas cosas, y molestas para otra gran mayoría de cosas, je je. Es un poco rollo tener que andar así, pero bueno. Supongo que el ahorro con respecto a una agencia tradicional lo compensa… Besitos!

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  4. MUY interesante, Oscar. Hace un tiempo que escucho de maniobras sucias que las empresas hacen en Internet.
    Pero eso no es lo peor. Hace unos años un analista pronosticó que se incrementaría el número de accidentes aéreos. Bajo costo del precio del vuelo implica poca inversión en el mantenimiento del avión.

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    1. Muchas gracias Jordi. La verdad es que sí. Aprovechando los descuentos y precios bajos de utilizan técnicas muy poco ortodoxas pasta conseguir recuperar el dinero, o que las pérdidas sean las menores posibles, como lo que comentas de los aviones. Espero que no llegue a tanto como para que se produzcan accidentes. Sería una pena porque ya no hablamos de gastar más dinero sino de perder vidas (y muchas) por el camino. Prefiero que me sigan cobrando 30 euros el kilo extra de equipaje para recuperar dinero. Un abrazo

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  5. Lo de las cookis lo tenia claro, lo que no sabía era lo de la variación de los precios en las búsquedas sucesivas, suelo ser muy meticuloso y borro con asiduidad los archivos temporales y las cookis entre otras cosas, pero ahora con más motivo. Gracias por la información.

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  6. Esto me lo vas a tener que explicar más calmadamente porque no me he enterado de nada no entiendo eso de las cookis ni na de na ejjejejeje y a mi esto me interesa porque si que hago reservas por internet de viajes en booking.
    Por cierto gracias por nombrarme, aunque la cocina la tengo olvidada a día de hoy. Besitoooss

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  7. ¡¡¡En serio????!!!!

    Yo flipo. Menos mal que cuentas esto, porque yo de estas cosas de internet de los algoritmos las búsquedas y los eggs no entiendo na. Pero lo tendré en cuenta, y se lo contaré a mis amigos, que son los que me ayudan a «comprar» por internet, y mirar precios. (Sí, tengo unos amigos geniales y yo soy muy vaga).
    Jooooe. Estamos controlados y manipulados hasta límites insospechados.

    Igual te comparto en mi Facebook.

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    1. Me alegro de que te sirva de ayuda. La verdad es que yo cuando lo viví lo pasé mal porque veía que me quedaba sin vacaciones, hasta que me llegó la inspiración… 😛 No eres vaga, es que usas eso como excusa para quedar a cenar con ellos en casa! Efectivamente, cualquier cosa que hacemos en internet queda registrada en montones de sitios. ¡Comparte sin miedo, Loren! Encantado por mi parte de que lo hagas siempre que quieras. Muchas gracias!! 🙂

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  8. Hola Oscar, es el truco del almendruco que utilizan las tiendas online para que reserves o compres cuanto antes. Lo mismo ocurre con las de ropa: quedan «3 prendas de tu talla» o «stock a punto de acabarse» «solo hoy a mitad de precio». Así corres a comprar. Lo mejor es navegar de incógnito en las búsquedas y también lo de borrar el historial y las cookies 😉
    Un besote

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    1. Quise comentar lo hacerlo en modo incógnito y se me olvidó. Erika, estás en todo! Lo de la ropa no lo sabía pero no me extrañaría que fueran tácticas poco éticas. Es una pena que encima, funcionen. Gracias por tu gran aportación. Besitos

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  9. Ostrasssss!!!!. Claro, este es mi Oscar. Ya he encontrado la solución para que no me pase eso. El próximo viaje «te lo encargo». Ya sabes lo comodona que soy cuando a fromática se refiere.
    Muak, eres un amor.

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