El ciclo de vida de las cosas

Hace unos días lo hablábamos en mi trabajo: no nos gusta tirar la cosas. Al menos no las que están en buen estado y ya no utilizamos. Por lo general, esas cosas que un día nos fueron muy útiles (pero que por algún motivo han dejado de serlo) tienen un ciclo de vida muy marcado. Quizá no todos disponen de la cadena completa, pero no es relevante. Se pueden saltar eslabones sin perder este ciclo. Al final, es un círculo.

  1. Hay un día que decidimos hacer limpieza en casa, y juntamos todas esas cosas que llevan meses ocupando cajones y armarios sin que las hayamos movido ni un milímetro. En ese momento es cuando pasan todas juntas al siguiente hábitat donde se quedan otro largo periodo de tiempo: la habitación de los trastos.
  2. La gran mayoría de las casas cuentan con una habitación de este tipo. Cuando se meten los trastos en ella realmente se está haciendo una selección de cosas que se usan y cosas que no para quitarlas de en medio. Sin embargo, llega un momento en que esta habitación se llena o bien hay que ordenarla. Y es cuando toca abrir paso a un nuevo eslabón: el trastero.
  3. En este lugar pasan las cosas en bloque. Todo lo que estaba en la habitación y no se encuentra deteriorado pasa allí, y puede hacerlo en bolsas o en cajas. Y en este lugar pueden permanecer meses, o incluso más tiempo. Un día alguien decide que hay que hacer limpieza en el trastero porque no hay espacio o porque uno no se puede mover con facilidad por él. Así que se cierran las cajas con cinta adhesiva y se realiza la limpieza: se llevan al pueblo.
  4. No todas las casas de los pueblos tienen trastero, pero las que no lo tienen poseen una habitación de los trastos. Y ahí es donde se quedan las cajas hasta nueva orden, o hasta una nueva limpieza. De aquí es más difícil moverlas, porque no es un lugar que se frecuente a menudo. De todas formas, cuando hay que limpiar de este sitio (o del último en caso de no tener casa en el pueblo), es cuando hay que hacer de tripas corazón y deshacernos de las cosas que ya no utilizamos. Aunque lo que suele ocurrir es que nos da pena y acaban volviendo a casa a ocupar los lugares que regentaban en el punto 1. Y lo peor es que concluimos el trabajo satisfechos por haber liberado espacio en el pueblo.

Ciclo de vida de las cosasEs posible que el traspaso de un lugar a otro se quiera realizar un vaciado de las cosas que no sirven antes de moverlas de sitio, pero eso suele ser contraproducente. Uno abre una caja cualquiera para organizar y saca todo lo que hay dentro pensando: «Hay que tirar muchas cosas, hay demasiada guarrería aquí«. Las va cogiendo una a una y recordando su historia (todas tienen una) y le viene a la cabeza un pensamiento que suele oscilar entre los siguientes: «Cómo voy a tirar esto, con lo que me costó conseguirlo«, «Es que esto no es tan feo, a ver si convenzo a mi mujer/marido y lo ponemos en casa«, «Es que esto no lo puedo tirar, es un regalo de mi abuelo/abuela/padre/madre…«. Y vuelve a entrar todo a la caja, pero habiendo perdido dos horas. Y cuando se encuentra algo susceptible de ser tirado, llega a la cabeza el pensamiento estrella: «¿Cómo voy a tirar esto con lo útil que puede ser? ¿Y si me hace falta alguna vez?«. Y vuelve adentro. La caja igual se queda igual de llena, aunque quizá mejor organizada.

El problema es que no nos damos cuenta de que esas cosas que creemos que pueden sernos útiles en algún momento de nuestra vida jamás se usarán. Por dos motivos: el primero, que si en los últimos 6 años no nos han hecho falta, ¿qué nos hace pensar que en los próximos 6 sí que serán necesarias? El segundo, que si en algún momento hacen falta, no vamos a recordar dónde están guardadas, o quizá no las tenemos a mano, así que vamos a la tienda pertinente y compramos lo que necesitamos. Efectivamente, son cosas totalmente prescindibles, pero no las tiramos porque nos da pena. Y ese es, a grandes rasgos, el cíclico ciclo de vida de las cosas. Por eso casi nunca tiramos nada a la basura, a menos que «involuntariamente» se rompa.

¿A ti también te pasa? ¿Tienes las habitaciones llenas de cosas que te da pena tirar? ¿Cómo te las arreglas para armarte de valor y deshacerte de lo que no necesitas?

53 comentarios en “El ciclo de vida de las cosas

  1. Nosotros si tenemos habitación de los trastos, que empezó a ser para guardar cajas de cosas tipo tele y demás y ahora…no se puede entrar, lo peor es que la tenemos que desalojar para el futuro bebé y solo de pensarlo me dan los 7 males porque no sé donde vamos a meter todo y como bien dices da pena tirarlo, alguna vez me ha pasado de tener algo muchísimo tiempo parado, tirarlo y al cabo de x meses necesitarlo… Tengo que añadirle a todo esto el cajón de los trastos que suele haber en todas las casas también, jeje en el que te puedes encontrar de todo, en mi caso está en la cocina 🙂

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    1. Jaja, el cajón de los trastos, mira, no se me había ocurrido… Yo creo que tengo un cajón de esos por cada cuarto (habitación, comedor, cocina…). Bueno, la cuestión es ir haciéndolo poco a poco, porque el bebé tiene que ocupar esa habitación. Ya me dirás qué haces con las cosas que tienes que tirar pero que no tiras porque te da pena y por si las utilizas luego aunque nunca las llegues a usar, jejeje.
      ¡¡¡Muchas gracias Ita!!!
      Besotes!

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    1. Jajaja, Krika, al marido igual lo tiras, pero los niños te los quedas!! Es que de la pereza que da de por sí ordenar las cosas, se extiende el «es que si algún día uso esto», a mí es lo que más me pasa. Y nunca tiro nada, pero tampoco lo acabo usando. Así tengo el trastero, que parece un campo de minas.

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  2. Ostraaas! Q razón tienes! Y cuando ves esas ropa que hace mil años que no te pones y empiezas a probarte las cosas y en plan… anda! Si aún me vale! Que mono! Y lo vuelves a guardar… Hasta la próxima revisión de cajones ja ja !

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    1. Jaja, eso sí es cierto, lo que pasa es que los hombres solemos aprovechar la ocasión y ponernos la ropa de hace mil años, con lo cual nos evitamos ir de compras de nuevo. Vosotras os alegráis el día viendo que estáis igual de buenas que años atrás y guardáis la ropa de nuevo, jejeje. Gracias Sira!

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  3. Nosotros si tenemos una habitación de trastos. El problema es que no tenemos trastero, así que cuando ya no se puede entrar en esa habitación toca tirar. Reconozco que yo soy más de tirar directamente, pero mi marido es don todologuardoporqueseguroquesirve. Y así no acabamos nunca!

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    1. Marga, quizá sea algo que le pasa más comúnmente a los hombres, jejeje. Vemos utilidad en las cosas que ya tenemos aunque llevemos años sin usarlas. Pensamos en qué podríamos utilizar las cosas pero luego esos hipotéticos casos nunca se dan, jejeje. La ventaja de no tener trastero es que cuando hay que vaciar la habitación, o regalas o tiras, no hay otra. Y más si esa habitación la tiene que ocupar un pequeñín!!! Muchas gracias por pasar y comentar!!! Besitos!!!

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  4. Yo tengo una habitación que bien podría llamarse de los trastos y me pasa exactamente eso. Yo soy más de hacer limpieza y me cuesta menos dar las cosas que no usamos pero superpapi no tira nada de nada todo le vale aunque desde que estemos juntos no se lo haya visto en la mano ni una sola vez…

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    1. Y posiblemente pasará mucho tiempo sin que se lo veas. Pero ¿y si hace falta en algún momento? Le entiendo completamente, a mí también me pasa. De vez en cuando hago «limpieza» y lo que hago es reordenar, jejeje. Gracias mamá desastre!!

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  5. Todos tenemos una habitación o varias de trastos como bien dices y todos tenemos nuestro pequeño porcentaje de síndrome de diogenes, guardamos todos los cachivaches que vamos aparcando, lo que ocurre es que somos muy sentimentalistas y todo lo que guardamos tiene un toque sentimental por lo que tirarlo es algo muy remoto. XD

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  6. Joo yo no tengo cuarto de los trastos ni trastero, pero reconozco q ya sería mi perdición… Tengo un grave problema, debido a mi afición a las manualidades creo que tengo un poco de síndrome de Diógenes…todo me puede valer en algún momento para hacer algo, así q voy acumulando cosas en la estantería donde tengo todas mis cosas de profe y manualiadicta…eso sí, en cada habitación además tengo un cajón llamémoslo de cosas variadas jajajajaja

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    1. Jo, pues siendo profe y una experta en las manualidades, tienes un problema interesante sin trastero ni cuarto… Aunque bueno, seguro que los cajones de cosas variadas (de los cuales supongo que tendrás unos cuantos) te sacarán de más de un apuro! Ahora bien, que estén ordenadas, que si no, ahí no encuentra nada ni el tato!! Gracias por estar siempre ahí, Ana!

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  7. ¡Hola, Óscar! Por experiencia sé que cuando las tires a la basura, al poco tiempo se volverá a llevar o las necesitarás. Yo soy de las que va acumulando, aunque creo que lo hacemos porque seguimos teniendo espacio 😊

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    1. ¡Hola Mara! Sí, el problema está que el espacio no es infinito, jejeje. Y seguro que tienes razón y lo primero que tiras es lo primero que necesitas. Pero porque tu subconsciente lo retiene como que te has desecho de él. Si tuviéramos una forma de engañarle… Gracias por estar siempre por aquí!! Besitos!!

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    1. ¡Qué gran virtud tienes, Verónica! Tendrías que dar cursillos para que pudiéramos hacer lo mismo. ¡Te ibas a forrar! En el fondo tienes toda la razón, son cosas. Y más cuando ni siquiera se usan apenas… Pero es que el ser humano es así de complicado… Muchas gracias por pasarte y comentar!! Un abrazo!!

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  8. Todos tenemos un «trastero» en nuestra vida ¿Quién no? Da igual si tenemos sitio o no en nuestra vivienda habitual, unas veces esos «trastos» ocupan demasiado sitio y las más…un espacio invisible que debiéramos visitar a menudo. Seguro que siempre hay algo que se pueda reciclar. ¿Tirar?…algunas cosas, pero ya cuando el tiempo se haya encargado de hacerlas cenizas.

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    1. Desde luego que reciclar siempre mejor que tirar, a menos que haya algo que esté roto y se quede inservible, claro está. En nuestro trastero interior, lo único que deberíamos guardar son las cosas bonitas y los buenos recuerdos. Muchas gracias corazón!!

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  9. Que sucesión de verdades! Yo la limpia la hago una vez al año, todo lo que no se ha usado va fuera, si esta bien lo ofrezco por si a alguien le puede venir bien sino a la basura. Esto en casa porque en el trastero no se puede entrar…un día de estos me pondré a ello, pero me da tanta pena porque esta lleno de recuerdos de mis chicos cuando eran pequeños.

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    1. ¿Consigues echarlo fuera cada año aunque sea regalado? ¿Y a cuánto dices que cobras la hora de enseñanza? ¡Que te pago desplazamiento si hace falta! O te secuestro en Atocha en tus próximas vacaciones, lo que mejor te venga… Es que los recuerdos de los niños nos da pena tirarlos. Y luego veinte al los después la mitad de las cosas ya no les sirven de nada si se las damos… Gracias tejas por tu incondicionalidad. Besitos

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  10. Yo he hecho muchas mudanzas y eso me ha hecho muy práctica. Tengo una norma, si en dos años no lo he usado a la basura que va. Aunque hay algunas cosas que siempre van conmigo: mi colección de libros de terror, la thermomix y tres souvenirs de viajes…ah! Y mi marido y la niña y ahora una gata jajaja, el resto es prescindible 😉

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  11. Yo lo guardo todo en lo más parecido a su sitio, aunque no soy de adquirir muchas cosas, no tengo habitación de trastos ni trastero ni nada, hasta que un día, me da la necesidad de tirar, y entonces tiro sin piedad. Esto me pasa de vez en cuando. No dejo títere con cabeza.
    Luego, a veces, lo echo de menos, pero me conformo mirando los huecos vacíos y la casa liberada jajajaja

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    1. Jajajaja, veo que las mujeres tenéis esa fuerza de voluntad que nos falta a nosotros… Un día voy a pedirte una sesión fotográfica en casa a una hora que coincida con comida o cena, voy a aprovechar para invitarte a comer o cenar y ya de paso, que me liberes un poco de trastos, que veo que tú no tienes remordimientos, jajajaja. Gracias Loren!!

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  12. Pues mira, yo del punto 1 y 2 pasó directamente al 5, pero al principio siempre decidía salvar las cosas, vaaaa me da pena, pero ahora con sangre fría digo, no eso es un trato a la basura inmediatamente, o eso no sirve para nada aunque tenga recuerdo o sea un regalo de alguien. Sobre todo lucho con mi novio que es un trastero en toda regla, todo lo que ve en el trabajo se lo trae, y yo en cuanto entra por la puerta un trasto lo tiro. Pero hoy precisamente me he arrepentido de tirar algo, tiré (yo no me acordaba) una batidora que iba un poco mal, y me compré una mejor, pero hoy se me ha estropeado y he dicho bueno pues uso la vieja, nanai, la vieja no estaba, me he vuelto loca buscándola, pero no ha aparecido, he deducido que la tiré 😦

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  13. Hola Oscar. Perdida otra vez, pero no te tenía olvidado. Las vacaciones hacen estas cosas. Ya te leeré despacio, y ya sabes, responderé como me parezca.
    Me ha encantado esta entrada. Mira, todo eso que tu describes, en mi casa tiene un nombre propio son PORSIACASOS. Son terribles, pero como los años y la vida nos han obligado a revisar, elegir, guardar, trasladar y toda esa rueda que tan bien describes, ya mi hermana y yo hemos encontrado una media solución. Se coje una caja y se llena con todas cosas que…. bueeeenoooo, se precinta y se pone la fecha. Si al año no la hemos abierto, va directamente, enterita, al contenedor, sin pena, sin pensar en lo que lleva y sin frío ni calor.
    A lo largo de la vida se pierden tantas cosas importantes que los objetos pasan a un segundo plano.
    Es duro llegar a eso, pero es más duro mirar a la cara al objeto en cuestión, recordar esas cosas que tu dices y luego tirarlo. No, a nosotros nos funciona. Lo que realmente te importa lo tienes a la mano.
    Pero claro eso que funciona para mí, no vale para todos. En mi casa hay un maletero lleno de juguetes, revistas y cuentos de cuando mi hijo era pequeño. Siempre dice que se lo va a llevar, pero ahí siguen. Y de eso sí que no me puedo deshacer. A decir verdad, tampoco lo miro, es como si el maletero no fuera de casa. No son cosas mías.
    Y en mi pueblo el sitio ese que dices tu, se llama Doblao, y tengo mucho cuidadito con lo que llevo, porque luego parece que se multiplica, ocupando espacio y no quiero telarañas.

    Un abrazo, y eso, que ya estoy de vuelta.

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    1. Hola! Ya echaba de menos a la comentarista veterana, que lleva aquí desde el principio… Pensaba que habías emigrado! La verdad es que es una buena solución la tuya, llenar una caja y al año tirarla sin saber qué hay dentro… Una buena táctica, no creas… Gracias por volver y estar siempre ahí! Besitos!

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    1. Ja ja. Cuánta razón Rubén! La mudanza necesita una entrada aparte, anda que no. Es más engordar en Supervivientes que hacer una mudanza y no perder algo en ella. Gracias Rubén! Un abrazo

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      1. jajaajaja y es asi, hay un programa en home & health que se llama «acumuladores», estas personas llegan a tal extremo que la familia solicita ayuda profesional para deshacerse de tanto y tanto que guardan! En realidad la raíz viene a ser un tanto emocional…mira que si lo ves a fondo nos aferramos a cosas como si fueran seres vivos.

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        1. Pues sí, pero es porque yo soy de cogerle cariño fácilmente a todo. Si fuera un poco menos sentimentalista me costaría menos tirar las cosas. A mi madre le pasa algo así, supongo que es hereditario… 🙂

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    1. Es que es complicado tirar cosas a las que se les ha cogido cariño. Y como seas igual de sentimental que yo, te acabas montando un cuarto de trastos que para qué. Que lo tengo todo muy bien organizado en cajas, pero ya llevo dos años sin usar nada de ahí. Realmente me sirve?

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  14. Yo soy experta en guardar años y años cosas que jamás uso ni necesito. Así que mi método de limpieza es.. guardo en una caja esas cosas que no uso, la llevo a la cochera. Al cabo de uno o dos años, tiro la caja sin abrirla. Es la única manera, si la abro..todo me sirve jaja.

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    1. Ja ja, eres la segunda que me da esa solución. Voy a tener que usar esa táctica. O invitaros un día a comer para que me ayudéis porque yo me veo incapaz de llenar esa caja…

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  15. Me ha encantado la explicación del ciclo de vida de las cosas, y es que es verdad que todos seguimos los mismos pasos (en mi caso menos porque yo ya vivo directamente en la casa del pueblo, jaja). Cuando hacemos limpieza en el trastero y vemos qué tirar, siempre rescato cosas que volveré a guardar unos meses más tarde, pero es que no puedo evitarlo. ¡Un beso!

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    1. Jajaja, y la pena que da deshacerse definitivamente de las cosas, eh?? Es que es como si te faltara algo luego, se te queda un vacío… Hasta que se te olvida, porque nunca lo usabas, jajaja.

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  16. Me llama mucho la atención este tema, es que nos ha pasado a todos, es inevitable no tener muchísimas cosas con el paso de los años, aunque yo voy a desentonar un poco aquí… yo ya aprendí a no guardar más que lo necesario, aunque creo que tiene que haber un equilibrio, ni guardar todo, ni tirar todo. También escribí sobre ello en una entrada llamada «It’s a kind of magic», nombrando el famoso libro de Marie Kondo. Un saludo a todos, a los guardadores compulsivos y a los que no lo son tanto les digo que no están solos 😉

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    1. Yai, tú no desentonas! En la variedad está el gusto, hay gente que sabe tirar adecuadamente como tú, así que si un día te apetece pasear por la península y echarme una mano, encantado! Me pasaré por la entrada que dices. Gracias por seguirme, leerme y comentar. Besitos

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