Ciclistas atrevidos

El fin de semana en Rascafría dio para algo más que para ver cómo una señora se cargaba en dos minutos, y por dos veces, la educación que intentaba inculcar a mi pequeño acerca de leer – y obedecer – los carteles que encontrara en la calle. También dio para empeorar mi visión sobre el resto de padres y el ejemplo que dan a los niños.

Los bicivoladoresHay personas que piensan que cuando se montan encima de una bicicleta se vuelven poderosos, inmortales, o que se han convertido en uno de los bicivoladores. Muchos, además, se piensan que las normas no están hechas para ellos. Parto de la base que no tengo nada en contra de los buenos ciclistas. Yo una vez lo fui, usaba la bicicleta a diario, en cuanto terminaba mis deberes. Salía con varios amigos a dar de sí los cuentakilómetros que tenían incorporados. Pero siempre respeté las normas, o al menos lo intenté, dentro de lo que mi adolescencia me permitió (comprendo que esta es una edad muy mala, y que uno no es consciente de prácticamente nada). Además, sé que hay mucha gente que utiliza la bici con responsabilidad.

Pero es que estoy cansado de ver adultos que utilizan la bicicleta circulan creyéndose que están por encima del bien y del mal. He visto muchos que van por la carretera, y ante un semáforo en rojo adelantan a los coches y se lo saltan, supongo que porque piensan ellos no tienen que pararse. O peor aún, que se convierten en peatones con ruedas – no se bajan de la bicicleta – y tras pasar por el paso de cebra esquivando a la gente (no tengo muy claro quién esquiva a quién) suben a la acera para bajar a la carretera de nuevo unos metros más adelante. He comprobado cómo circulan por las rotondas obviando los “Ceda el paso” que encuentran para entrar en ellas. O cómo se saltan los pasos de cebra por la zona del carril bici – a veces ni siquiera por él – para agredir verbalmente al peatón ¡por no parar! Y, aunque la ley les ampara, he visto cómo han circulado por un carril en carreteras con arcén en bloque de dos charlando y ralentizando el paso de los coches que van detrás. Quizá yo siempre fui una persona miedosa o desconfiada en exceso, pero siempre procuré apartarme de los coches cuando venían para dejarles pasar. Nunca sabía cuándo podría encontrarme al idiota que me llevara por delante porque sí. Tenía la costumbre de salir a pedalear sin armadura y por mucha ley que me apoye en un juicio, tengo que poder llegar vivo a él para ganarlo.

Ciclista sin miedoVolviendo al viaje, una de las tardes fui partícipe de un casi-accidente. Supongo que me sorprendió por no conocer el pueblo, y que los protagonistas seguramente sí lo conocían. Paseaba por una calle cuya dirección era cuesta arriba en una zona en la que había una curva pronunciada y un coche subía bastante rápido. El conductor vio un hueco que tenía a la derecha y como quiso aparcar aminoró la marcha. De pronto apareció de la nada un señor montado en una bicicleta a toda velocidad y ambos frenaron en seco. Dos segundos después, también en dirección prohibida en una calle sin visibilidad, aparecía un niño de unos 8 años en otra bicicleta igual de rápido, que frenó al ver a su padre. Si el coche no llega a reducir para aparcar, seguramente se habría llevado al padre por delante. Y si llega a ir un poco despistado, a los dos. Imagino que el conductor del coche lo último que esperaría es que por allí vinieran dos ciclistas como si el que iba mal fuera él con su vehículo.

Yo no daba crédito a lo que acababa de ocurrir. Un señor había puesto en peligro su vida. Pero no contento con eso, estaba poniendo en peligro la de – supongo – su hijo. ¿Por qué había decidido eso? ¿Qué le llevaba a actuar con tanta temeridad, la excesiva seguridad sobre sí mismo? ¿Qué ejemplo le estaba dando al niño? Si un día cualquiera el chaval fuera solo y haciendo algo parecido tuviera un accidente, no me extrañaría que el – estúpido – padre se llevara las manos a la cabeza y culpara a todo y a todos; menos a él mismo.


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21 comentarios en “Ciclistas atrevidos

  1. Te reconozco que he empezado a leer tu artículo un poco mosca, que últimamente estoy a la que salto pero tienes toda la razón en lo que escribes, esos bicicleteros que se creen los reyes del mundo y que son un poco inconscientes de que en caso de accidente con un coche llevan todas las de perder.
    Yo soy muy responsable encima de la bici y eso que no me bajo de ella para cruzar un paso de peatones (confieso mi delito…)

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    1. Yo me acordé de ti cuando lo estaba escribiendo, pero sabía que te ibas a identificar con el grupo de los buenos ciclistas y de los que usan la bici con responsabilidad. 🙂
      Al paredón por no bajarte de la bici en los pasos de peatones! Ja ja. Bueno, dentro de lo mal que está cruzar como un peatón en un medio de transporte (no por nada, sino porque igualmente en caso de accidente aunque sea involuntario el peatón tiene las de perder cuando encima lo está haciendo bien), yo me refiero más a los que vienen por carretera a cierta velocidad y se añaden a los peatones sin aminorar su marcha. Los que cruzan de un lado a otro de la calle en bicicleta estando inicialmente parados esperando el cambio del semáforo cometen un delito menor. Te perdonamos tejas! Me alegro que hayas entendido el fin de la entrada, estés de acuerdo y no te enojes! Gracias por estar ahí y por comentar! Besitos!

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  2. Yo he usado mucho la bicicleta para moverme por la ciudad y por eso me indigno cuando veo a ciclistas circulando por donde quieren y saltándose señales de trafico. Ya no sabes si son pestones o vehiculos. Se te ponen detras en la acera y van tocando el timbre para que te apartes, circulan esquivando peatones sin tener en cuenta que una persona mayor o un niño no tiene los reflejos de un adulto y que se pueden parar de golpe y cambiar de dirección.
    En fin, estoy muy sensibilizada con el tema porque vivo al lado de una calle peatonal por la que pasear se convierte en una carrera de obstáculos. Y es lo que tu dices, luego dilé a tu hija que no se puede correr porque hay mucha gente o que no se dedique a hacer slalom entre peatones 😦

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    1. Te comprendo completamente! Hay algunos que cuando tienen la bicicleta piensan que las normas no van con ellos. Y me fastidia porque yo nunca fui así, porque ponen en peligro la integridad de los demás y en ocasiones la mía y la de mis pequeños. Afortunadamente donde yo vivo hay zonas peatonales pero se respeta mucho el carril bici existente. Lo positivo es que no todo el mundo es irresponsable. Gracias por pasarte y comentar!!

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  3. Hola Oscar,
    con este tema me has tocado. Me indigno, me cabreo y me quema la sangre cada día. Mira me voy a explayar jaja
    – en el parque: tienen su carril pero debe molar más ir por el arena para asustar a paseantes y perros, que como encima se crucen en su camino, apaga y vámonos.
    – por la acera: en la Castellana siempre van por la acera, le dan al timbre a ver si te quitas. Pues no, no me quito, soy peatón y tengo preferencia. Si tienes prisa te vas por el asfalto.
    – en carretera: tengo una casa cerca de El Escorial. Es una auténtica pesadilla circular desde Pozuelo hasta El Escorial. Les he visto en la M-50. Por carretera van sin pisar el arcén, por todo el medio, en paralelo o en pelotón, hablando entre ellos o por el móvil … En las rotondas se «olvidan» de las prioridades y tienes que meter un frenazo por no atropellarles. Son unos irresponsables totales. No hay más accidentes porque Dios no quiere. Deben creerse inmortales por llevar el disfraz de Indurain.
    – en el tren: podrían ir en la parte habilitada para ellos pero no, suben por donde les da la gana y los demás nos tenemos que clavar el manillar en el culo.
    Bueno, pues ya me he despachado a gusto jeje.
    Un abrazo

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    1. Je je, muy buen análisis Erika. Como todos los que haces siempre. La verdad es que vivir en una ciudad grande multiplica la cantidad de estas personas maleducadas y hace que no nos fijemos en la cantidad de ciclistas que van bien. Si un día te lo propones y observas seguro que ves aa muchos (en el metro igual no, ya lo contaste aquí http://anecdotasdesecretarias.blogspot.com.es/2015/02/como-es-ir-trabajar-en-transporte.html). Gracias por pasarte y porcomentar! Besitos.

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  4. A mí me dan miedo, tanto si van bien como si van mal. Los esquivo, me aparto. No quiero ni pensar que por cualquier motivo, alguno se caiga delante de mi coche, ni pienso en que yo lo pueda atropellar. Demasiada responsabilidad para mi.
    Y andando, pues casi igual, trato de evitarlos, no me gustaría caerme.
    Nunca he andado en bici por la ciudad y me da pánico.
    Allá ellos.

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    1. Creo que a pesar de llevarse físicamente el ciclista la peor parte en un accidente de coche, el que le atropella, si lo hace sin querer, tiene que quedarse traumatizado un tiempo, la verdad. Y como le genere algún daño importante, para qué contarte… Gracias por comentar!!

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  5. Hola, lo del asunto de la bicicleta es transversal en cualquier lugar porque aquí pasa a menudo… En especial lo de ser peatones con ruedas eso es lo que más molesta a mi marido.
    Yo siempre en la bici trataba de ser lo más precavida pero siempre hay gente inoportuna que no toma consciencia.
    Saludos 🙂

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    1. El problema de ser peatones con ruedas es que hay algunos que no son conscientes de la diferencia entre ellos y las personas que van andando, y pueden hacerle bastante daño a alguien en un accidente. Me resulta curioso saber que en otros países del mundo la cosa funciona igual… Al final, va en el ser humano, jeje. Gracias por pasar y comentar!! Un abrazo!!

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  6. Como dices, Óscar: están los que son precavidos y los que, aún siendo adultos y conscientes, deciden poner en peligro su integridad y la de otros. Creo que somos más los que cumplimos las normas y vamos con seguridad, aunque no estamos solos en las carreteras.

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  7. Madre mía. A mi la verdad es que me da mucho mido cuando veo a un ciclista, no se lo que va a hacer, casi ninguno avisa de los giros, no sabes su intención, y en un segundo puede estar sobre tu coche. O debajo. Así que cuando vemos alguno procuramos alejarnos cuanto antes (no aumentando la velocidad eh), pánico les tengo. Y más a los que van con niños. El mío pequeño empieza ahora con la bici, así que ya me toca ir enseñando ciertas normas y cuidados que debe de tener, y sobre todo quiero inculcarle miedo y respeto por los coches, a mi me atropelló uno de pequeña yendo en bici y dos caminando así que la verdad es que si les tengo algo de pánico jeje.

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    1. La verdad es que es difícil hacer que tu hijo respete las normas cuando ve que es el único que lo hace. Pero tú insiste, obtendrás un hombre de provecho que se parezca a ti. Y en tu próxima revisión médica que te quiten el imán ese que tienes que atrae hacia ti los coches.

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  8. Has tocado un tema… yo cada día que pasa les tengo más tirria. Y mira que mi marido hacia como tu, que salía muchísimo en bici y es algo que le encanta, es más se quiere comprar una de carretera y a mi me da pánico!
    Se que hay muchos ciclistas que respetan las normas, pero cuando voy por la carretera y veo al ciclista de turno, que tiene un carril bici justo al lado, que hemos pagado todos para que él vaya seguro, y no lo usa… es que se me llevan los demonios!!!!! Y ya cuando van 4, uno al ladito del otro, ocupando todo el carril, cosa que esta prohibida, por una carretera de dos sentidos en la que es muy difícil adelantar y con una cola detrás de campeonato y tan tranquilos… dan ganas, con perdón, de llevárselos por delante.
    Pero el colmo de los colmos es ir con tu hijo, sobrino… con un niño vamos, y no tener el cuidado que hay que tener. Es para darle dos tortas bien dadas al adulto.

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    1. El problema, mamá caótica, es que uno empieza saltándose una regla que no es demasiado primordial y acaba haciendo de eso una norma. Y el otro problema es que sólo nos fijamos en los que van mal, porque seguramente tu marido es otro ciclista ejemplar, pero habitualmente nos quedamos con las malas experiencias que son las que más nos marcan. Pero sí, más de uno tiene dos tortas bien dadas como dices. Gracias por pasarte y por comentar!! Un besazo!!

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