Como un cono cualquiera

Nunca lo había pensado, pero la vida de un cono tiene que ser dura. Les fabrican con el único fin de vivir pendientes de esquivar golpes. Y eso tienen que hacerlo sin moverse de donde les ponen.

Fila de conosLos que tienen más suerte que el resto se pasan mucho tiempo de su vida simplemente delimitando, como los que ponen en los carriles adicionales de las carreteras en las operaciones salida o retorno. Pero tarde o temprano se convierten en «esquivadores» de golpes. Los (simplemente) afortunados solo tendrán que vivir pendientes de no llevarse un balonazo cuando los niños los utilicen como postes de portería. Los que no tengan tanta dicha tendrán que vivir siempre en la incertidumbre de no saber si serán machacados por la corpulencia de un patinador patoso intentando esquivarlos haciendo juegos de equilibrio. Los más desgraciados tendrán que sudar la gota gorda deseando no ser arrollados por una bicicleta, una moto o un coche descontrolado.

Cono a esquivarPrecisamente así es como me sentí ayer cuando me dispuse a cruzar la calle por un paso de peatones. ¡Atrevido! Iba yo atravesando la carretera tan feliz cuando uno de los coches que se acercaban aceleró hacia mí (sí, en lugar de aminorar subió la velocidad) y se metió por delante del coche de al lado en una peligrosa maniobra para evitarme. Imagino que pensó que le daba tiempo de sobra porque el otro sí que iba a frenar. Ja, iluso. Pasaron los dos al límite de darse entre ellos y de darme a mí. Creo que hubiera sido cuanto menos curioso que me hubiese visto envuelto en un accidente que no había provocado y en el que llevaba todas las de perder, ayer había salido de casa sin armadura.

Pero lo que me parece triste de todo esto es que ya no basta con esperar a que pasen de largo los coches que se aproximan a un paso de cebra. Poco a poco estamos derivando a tener que esperar a que se vacíe la calle, sobre todo de listos que se piensan que es suya. Triste desgracia humana.

¿Y a vosotros? ¿Os ha pasado algo parecido? ¿Habéis sufrido percances con los pasos de peatones?


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22 comentarios en “Como un cono cualquiera

  1. No hay cosa que me cabree más que esos conductores que ven un paso de peatones a lo lejos y no son capaces de reducir un poco o tener precaución, y más ahora que llevo el instinto de protección en modo ON con mi barriga de 7 meses de embarazo. Yo a estos imprudentes les regalo una de esas miradas fijas, odiadora y desafiantes, que aunque parezca increíble hacen el efecto deseado que es hacer bajar del burro a estos insensatos de la carretera…

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    1. El problema es ese, que el mismo respeto que me tienen a mí se lo tienen a un niño, o a una mujer embarazada como tú, o a una persona mayor. Y los reflejos de todos no son iguales. Yo aparte de malas miradas les regalo (sin gritar) algún improperio con todo mi cariño, gesticulando para que entiendan bien lo que les digo aunque no me oigan. Soy conductor y peatón, y debo ser de los pocos ciudadanos del mundo que se paran en todos los pasos de peatones para que cruce la gente, aunque estén a punto de llegar.

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  2. La verdad es que nunca he vivido una experiencia de estas pero debo reconocer que cuando nos ponemos al volante nos transformamos, no perdonamos ni una. No me gusta nada conducir y siempre que puedo lo sustituyó por la bici para ir tranquila y aparcar en la puerta de allá donde vaya.

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    1. Una sabia elección la tuya. Pero espero que no seas (seguro que no) de esos ciclistas que van por la carretera y en los semáforos en rubio se convierten en peatones para diez metros más adelante bajarse de nuevo… Sus por cierto, la semana que viene le toca a la ciclistas pero a ti te voy a salvar por dos motivos . No hay que generalizar, y seguro que tú eres una ciclista ejemplar. Besitos!

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  3. cuando estaba embarazada, cruzando por un paso de peatones, me paro un coche a un centímetro. Me llevé tal susto que después estuve llorando un buen rato.
    Pero que me dices de ir por la acera esquivando bicicletas y monopatines. El otro día una bicicleta casi arrolla a mi hija por una calle peatonal y encima me insultó, lo que me faltaba

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    1. Bueno, y si solo fue un susto, encima tienes que agradecer que no pasara nada más… Es triste, pero es así. La gente es descuidada, le importa todo un carajo, y no piensa en los demás a no ser que sean las personas que viven con ellas. Y algunas no eso… Y lo de algunos con la bicicleta, es de traca.

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  4. Creo que tu frase lo ha resumido muy bien.. Realmente hay gente que se cree que la calle es suya y que no hace falta parar para dejar de pasar un peatón; o que los ceda el paso no se han diseñado para ellos.
    Salir a la calle es un deporte de riesgo, cada vez más por desgracia.
    Un saludo 🙂

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  5. Por desgracia de ese tipo de conductores hay muchos que como tú dices creen que la calle es suya, yo también he pasado por algo similar, en mi país hasta suelen pasarse la luz roja del semáforo,es terrible esa clase de personas. Deberían aprender a practicar el respeto, para evitar algún tipo de accidentes que pueden llegar a causar.

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    1. En España la verdad es que la luz roja se la suelen pasar muchos cuando cambia del ámbar al rojo. Siempre hay de uno a tres coches que pasan como si no hubiera semáforo. Y algunos lo hacen a toda velocidad. Tengo pendiente de subir una entrada de ese tema, porque tiene guasa. El problema es que luego tienen accidentes los demás por intentar evitar a los que hacen el loco, y ellos salen indemnes… Gracias por pasarte y comentar!! Besitos!!

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  6. Que bueno que estas bien ! Por estos lados o te cuidas o te cuidas al cruzar , cuando vamos a visitar la familia de mi esposo siempre me dice que no te tienes que parar que te dan paso y así es , aún así no dejo de mirar

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    1. Gracias Eli! Eso es lo normal, que los coches te den paso cuando vas andando porque el peatón siempre lleva las de perder. Pero haces bien en seguir mirando por si acaso. Gracias por pasar y por comentar!

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  7. La armadura es fundamental, ya lo has visto. No vuelvas a salir sin ella, pero en cualquier caso, mira bien antes de cruzar.
    A mí, no me han atropellado así, pero un 30 de junio, con las maletas hechas, vacaciones al día siguiente, sale mi marido de trabajar por la tarde, feliz por un mes entero, va a cruzar, los coches se paran, y de no se sabe dónde aparece un motorista con prisa, se lo lleva por delante, le fastidia la pierna, y ni se para. Luego nos enteramos de que llegaba tarde a un concierto.
    Mi marido al hospital, el susto que nos llevamos en casa, y las maletas al armario.
    Si te cuento más, este comentario sería más largo que tu entrada. Sólo te diré que siempre deseé como castigo para aquel bestia, lo mismo que me hizo a mí (no a mi marido, que no quiero que le rompan las piernas). Cada vez que organice unas vacaciones, al tiempo de salir, que se presente en casa quien corresponda y le diga FIN DE LAS VACACIONES. Pero eso sí, sin avisar como me hizo el a mí.

    Yo también me paro, siempre. No llevo tanta prisa.

    Un abrazo

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    1. ¡Qué faena! Yo creo que le habría deseado que le pasara lo de los dos, para asegurar, jeje. Porque una cosa es que le atropelle porque al frenar ha cogido una mancha de aceite y le ha bailado la moto y otra que por un miserable concierto se salte a los coches parados y se lleve a alguien por delante…
      Espero que no te vuelva a ocurrir más. Lo de acabar las vacaciones sin que te avisen.
      Gracias por comentar!!!
      Besitos!!

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