No hay huevos

Hay tres palabras que uniéndolas de determinada forma, activan una parte del cerebro masculino: la de la honrilla. Al mismo tiempo, desactivan otra mucho más importante: la del raciocinio. Y es que no hay nada más «machote» (y simple a la vez) que demostrar que uno tiene lo que hay que tener delante de quien sea realizando cualquier cosa que se tercie, por descabellada que parezca. Esto suele ocurrir a edades tempranas, con mayor incidencia en la adolescencia (la tan temida por los padres «edad del pavo«).

Yo recuerdo con claridad dos episodios de este tipo que tuve en esos años (lo que no impide que hubiera más). Pensándolos ahora son el claro ejemplo de la estupidez hecha acción, pero reconozco también que en su momento tuvieron gracia y no hicieron daño a nadie. La primera vez fue en 1996, en un viaje a Cazorla con el instituto. Mis compañeros de mesa durante la cena me retaron a comerme de una vez una porción de postre de melocotón en almíbar. Uno de ellos se quedó sin postre. La segunda fue uno o dos años después. Una chica me retó a comerme una hamburguesa del McDonald’s en 4 bocados. La muchacha se tuvo que comprar otra. Dicho esto, mis padres siempre me dieron una buena alimentación y nunca me hicieron pasar hambre.

El problema de estas cosas surge cuando el querer demostrar la valentía aún se conserva en la edad adulta, un momento de la vida en el que creo que ya no corresponde. Por multitud de motivos, pero básicamente porque ni se tienen 15 años, ni se consideran adecuados los adultos para muchas acciones que se adaptan mejor a un perfil de edad menor (sobre todo actividades físicas). Y es que, acciones como la del señor (por decir algo) que va con su hijo en el coche a 190 km/h, se graba en vídeo y lo difunde por Internet solo tienen explicación (para una persona normal no tiene explicación alguna, pero parto de la base de que este señor es anormal) si el descerebrado conductor ha tenido una conversación en la que han terminado diciéndole: «No hay huevos«.

¿Qué pretenden demostrar con ello, que son mejores? ¿Que cuentan con una parte del cuerpo que a menos que se la hayan extirpado está unida a su ingle? Más bien lo único que enseñan al resto es que son más bobos (o más irresponsables, más infantiles… según el caso). Si ambos (retador y retado) tuvieran la percepción de que es útil demostrar la valía en algo, ambos lo harían en una especie de duelo para enseñar al resto quién sale victorioso, y no habría uno que disfrutaría viendo cómo el otro sufre para llevarlo a cabo.


Si te gusta lo que escribo y quieres comprar mi libro, puedes hacerte con una copia en PDF por solo 1 euro pinchando en estas letras, o con una en papel por 8 euros pinchando en estas otras letras.

7 comentarios en “No hay huevos

  1. La verdad es que YouTube ha incrementado la la cantidad de personas que intentan dejar alta la honra de mucho ser humano masculino, pero algunas cosas (tristemente cada vez más) rayan la estupidez y poco tiene que ver con esto y más con intentar demostrarle al resto que puede ser el campeón de los descerebrados…

    Gracias por comentar y por seguirme, Soraya!!

    Me gusta

  2. Nunca me ha gustado esa expresión. A ver porqué no se habla igualmente de codos, manos, orejas, también hay dos, o es porque son atributos masculinos con menosprecio de las féminas. En fin, que no me sirve
    Pero encima si se utliza para una idiotez como la que comentas, pues menos. Demostraría tener huevos y cabeza si se atuviera a las normas de circulación establecidas para todos los conductores y que se dejen de jugar con la vida de los demás ya que evidentemente la suya no les importa.

    Me gusta

¡Cuéntame lo que quieras!