Como cada año, la Administración realiza la subida correspondiente de tasas para la expedición del DNI y el pasaporte. Desde el 2009 viene siendo de un 1%, independientemente del resultado final. Imagino que porque hay una reputación que mantener, y porque el que da el visto bueno no tiene que cobrar. Lo que ya no sé es si se trata de absurdez, estupidez o un poco de cada. Ya el año pasado me pareció surrealista la tasa del pasaporte que había quedado, pero este año supera al anterior: desde el pasado día 2 de enero, las nuevas tasas son de 10’60 para el DNI y 26’02 para el pasaporte.
Si hace un año me parecía complicado sacar cuatro céntimos de cambio, este año lo más fácil es que haya que devolver siempre 3 u 8. ¿Hay que contar con una caja llena de monedas pequeñas en el puesto de trabajo? El año pasado al menos solo hacían falta de dos céntimos, pero este año harán falta de todos los importes (1, 2 y 5), por lo que pueda pasar. ¿Solo a mí se me ha ocurrido redondear a 26 euros y dejar de ganar 2 céntimos por pasaporte? ¿No hay que ayudar al ciudadano? ¿Tan grande es la pérdida que se produce en la Administración con este redondeo?
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Esa queja de los funcionarios viene de lejos. Esos picos deben dejar mucho dinerito, porque si no, no se explica. Claro que no cuenta para nada el tiempo en buscar las monedas si se quedan sin cambio, ese tiempo no vale dinero.
Realmente, va a ser entretenido, y mira, por fin vamos a dar salida a esas cositas que llaman monedas y que andan por casa.
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El tiempo de un funcionario auxiliar no vale nada. Eso lo sabe cualquiera.
Jajaja, los que las tengan, porque yo rebusco por los sofás pero nada…
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